Britney Spears vuelve y esto es lo que nos gustaría comentarle
Nos gustabas más rapada y con un paraguas en la mano pero el cambio es inevitable
Britney Spears vuelve. Vuelve después de haber estado encerrada en esa jaula dorada que son los retiros en los casinos de Las Vegas por los que cantantes de la edad de Matusalén se embolsan cantidades de dinero que el resto de mortales no podemos ni soñar. Muchos lo ven como el anticipo del fin de la carrera de quien sea que se pase por la ciudad del vicio pero Britney Spears se ha rebelado y, a pesar de haber protagonizado su show Piece of Me durante más de dos años, ha tenido tiempo para grabar material nuevo.
Esto nos hace relamernos de gusto pensando en que el comeback es inminente y Britney dejara esa residencia que tantas alegrías económicas le ha dado pero tantos disgustos artísticos también. La Spears que nos gusta es la que canta Slave 4 you con una pitón albina al cuello y lo más cercano que hemos visto a ese en la última década ha sido el Scream & Shout junto a Will. I. Am. Es tu oportunidad, Britney, vuela libre una vez más.
Habrá a quien le gustará más la Britney chiclosa y popera de sus comienzos pero lo cierto es que la Britney con una vida azarosa y experiencia vital es mucho más interesante
Ha sido un periódico de Las Vegas el que promete que Britney saca material nuevo en mayo. Primero llegará el single: Make me (Oooh). No, nunca le pedimos letras profundas a la muchacha. Y no, tampoco hay título definitivo para el álbum aunque se especula con que podría llegar a las plataformas de streaming en junio. Desde 2013 y su Britney Jean que no escuchábamos a la cantante y ¿qué mejor que la mayoría de edad de su carrera para volver por todo lo alto?
Corría 1998 y una entonces infantil aunque hipersexualizada Britney lanzaba su primer hit. Sí, 18 son los años que han pasado desde Baby one more time y lo cierto es que Britney se ha convertido en una mujer madura que ha perdido aquel discurso a favor de la monogamia y la pureza que tanto defendió (y menos mal). Y es que en estos 18 años la competencia ya no se limita tan solo a tener que pelear con el vozarrón de Christina Aguilera, muchas son las chicas que se han erigido en Princesas del Pop y muchas son las que no han tenido reparos en abogar por una sexualidad sana y sin complejos.
Quizá eso es lo que provocó aquella crisis nerviosa que ha evolucionado en icono pop pero que antecedió a los peores años en la vida de Britney, la competencia cada vez más numerosa. Recuperada y con la ayuda de su padre, quien sigue siendo su tutor legal, recuperó a sus hijos y volvió a deslumbrar y a dejar claro que es una de las cantantes más sexys y con mejor ojo para productores a la hora de componer sus trabajos discográficos.
Esto es tan sencillo como que los trabajos 'after nervous breakdown', si bien no consiguieron el favor del público que ya se encontraba trajinando en plataformas de streaming o descargando discos de manera ilegal, si que consiguió el favor de una crítica que hasta entonces le había dado completamente la espalda. Desde Blackout (de 2007) hasta este disco que todavía no tiene nombre y que verá la luz en 2016 el apoyo de los críticos especializados en EDM ha sido unánime.
A veces no hay nada mejor que una epifanía como aquellos malos meses que pasó para darle un giro completo a tu carrera y ofrecer material fresco con influencias apetecibles y que no suenan a lo mismo de siempre ni están a la cola en innovación. Habrá a quien le gustara más la Britney chiclosa y popera de sus comienzos, contra eso no se puede luchar, pero lo cierto es que la Britney con una vida azarosa y experiencia vital resulta mucho más interesante a oídos de los que son y no son fans.
Britney, además, ha dejado el discurso de sanota chica americana del medio oeste que apoya los valores tradicionales y republicanos, lo que no está nada mal teniendo en cuenta la cantidad ingente de fandom gay que ha cosechado a lo largo de su carrera (y que no se lleva nada bien con las ideas retrógradas del partido conservador estadounidense). Ahora no le tiene miedo alguno a posar con la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, y a decir que tiene su voto asegurado. Todavía no ha comentado en voz alta que siendo, como es, una madre trabajadora, se considera una importante feminista (como si hacen otras cantantes en su estela pop) pero todo se andará.
Lo cierto es que todos los renacimientos de Britney Spears a lo largo de su carrera como cantante llenan de optimismo a aquellos que la han seguido desde sus comienzos. Y es que, como pronto podrá cantarle Carlos Gardel, 'veinte años no es nada'...