Especial
Víctor Palmero: “Todos buscamos un poco de cariño”
Entrevista con el actor Víctor Palmero, que nos habla de su personaje en La Que Se Avecina
No es posible que Víctor Palmero esté ahora más feliz que el día en el que se presentó la novena temporada de La Que Se Avecina ante los medios. Y eso que la serie está arrasando en audiencia. Unos 4,5 millones de espectadores promedian los dos capítulos emitidos hasta el momento.
Pero seguro que Víctor Palmero no está más contento. Es imposible. Desbordaba felicidad tras presentar junto a sus compañeros un proyecto que le ilusiona tanto y tras escuchar las palabras de Alberto Caballero -creador y productor de la serie- que tomó el micro para destacar su trabajo por encima del resto. Uno de esos momentos en los que no sabes si saltar de alegría o pedir que te trague la tierra por la vergüenza de tanto elogio.
Lo que quizá no sepa del todo Víctor es que esos piropos a su labor en La Que Se Avecina son del todo merecidos. Protagonizó, probablemente, la llegada más arrolladora de un personaje a esta exitosa y ya veterana serie. Y eso que era especialmente complicado pues ha de interpretar a un personaje transexual y al que ya habían interpretado otros dos actores.
"Ha sido maravilloso poder meterme en la piel de una mujer", nos cuenta. Víctor da vida a Alba Recio, la hija del misógino, machista, racista -y todo lo malo que termine en ísta- Antonio Recio. Se incorpora como personaje fijo de reparto en lo que ha sido una de las grandes adquisiciones de la serie para esta novena temporada.
Él, al menos durante esta entrevista, no puede esconder cierto grado de timidez, pues rara vez mantiene la mirada arriba. Yo confieso que no me como a nadie; y menos a un chaval como Víctor que ha abierto su interior de par en par para contarnos que en el oficio del actor nunca hay que dejar de creer en los sueños. Él lo hizo y ahora sonríe. Ahora Víctor Palmero es el más feliz. Nosotros nos alegramos.
[Risas] No estaba en mis planes [risas]. Sabes que esto lo hacemos por amor al arte y nos encanta ir a Sol a hacer de mimos [bromea].
Sí era algo que pensaba cuando estudiaba Arte Dramático y quería venir a Madrid, pensaba en que hasta que me saliera algo, podría estar trabajando de mimo o en el Metro.
Pues depende… hay mimos y mimos. A veces, ves a gente con la que te quedas alucinando y, a veces, ves a otros con los que dices… ¡joder, qué mal!
Hace un tiempo ya me encantó un titular que sacasteis en Los40, donde decía que yo tenía las piernas más bonitas de LQSA [ríe]. No puedo estar más agradecido a los hermanos Caballero. Las palabras de Alberto, me han emocionado. Estoy muy contento de que me hayan dado esta oportunidad y de que escriban cosas tan bonitas para mi personaje para que yo pueda darle vida.
Eres al primero que le cuento esto. Cuando hice el capítulo de Alba, estaba compaginando la serie con una cafetería. Yo había estado antes en Con El Culo Al Aire, la serie acabó y estuve un año currando en una cafetería y no salía nada. De repente, me llaman para ver si quería hacer de la hija transexual de los Recio. No sabía a qué atenerme. Fue todo a un ritmo frenético. No sabía qué estaba haciendo, ni lo estaba asimilando durante el rodaje de ese capítulo hasta que luego lo vi emitido, con las cosas tan bonitas que me dijo la gente por redes sociales. Son muy de agradecer. No puedo ser más feliz y sentirme más dichoso de estar en una serie como es La Que Se Avecina.
Es cierto. En este país, lo que más funciona es la comedia, pero luego es una de las cosas que menos se valora. Es bueno que lo trans vaya apareciendo, se está convirtiendo en moda y me alegro mucho.
Por suerte, estas dos años los he estado compaginando con teatro, con una obra que hago los sábados en el teatro Alfil que se llama Climax. Siempre he podido decir que estaba haciendo teatro. Pero sí, he tenido esos momentos en la cafetería de gente que te pregunta qué haces allí.
Mi madre me decía que dijera que estaba allí porque estaba preparando un papel. Pero a mí, que me cuesta mucho mentir, yo decía la verdad. Estaba allí por ganarme la vida, porque me apetecía seguir en Madrid.
Siempre he apostado por arriesgar; me encanta la frase que dice que quien no arriesga, no gana. Y eso: insistir para poder seguir aquí en Madrid y pagar mis gastos. No sentía que estuviera haciendo algo malo. Era extraño, pero nunca me sentí mal porque me dijeran nada. Ni soy el primero, ni soy el último al que le va a pasar. Yo animo a toda la gente que quiera dedicarse a esta profesión que no se rinda y que, de la forma que sea, siga luchando por cumplir sus sueños.
Se aprende que todos los seres humanos buscamos lo mismo: un poco de cariño. Creo que tratando bien a la gente puedes ganarte a todo el mundo. Fui muy feliz, me llevé mucho cariño de la gente y muchos se alegraron cuando salió el primer capítulo de Alba en LQSA , vinieron a felicitarme y yo ni siquiera sabía si el personaje iba a continuar. Así que seguí currando allí. Aprendí que el buen hacer es lo que nos lleva a todas partes.
Ahora mismo, mi madre y mi perra Ardilla. La tengo aquí en Madrid, desde hace un mes, es un cachorrito y es adorable. Ahora mismo duermo con ella todas las noches.
La gente de Madrid tiene algo de trabajo adelantado y que vienen algo más espabilados que los que venimos de fuera. En mi caso, desde niño tuve claro que quería dedicarme a esto, así que he ido escalón a escalón.
Es cierto que es más complicado siendo de fuera… ¡Anda que no me he comido autobuses de cuatro horas para venir a hacer castings! Pero bueno, ha dado su fruto y estoy contento.
Como desde niño lo tenía tan claro, mis padres ya no se sorprendían. Tienes que estar bien contigo mismo, hacer lo que te guste y soy una persona que apuesta mucho por ir por el camino que te haga feliz.
Pues empecé a ser fan de algo con la serie Compañeros. Me encantaba. Yo iba al instituto y, como el de todos, era un coñazo. Y veía la serie y tenían historias emocionantes. Creo que fue de las primeras series de fenómeno fan. Sacaba vídeos de making of y yo me los compraba porque me encantaba ver lo bien que se lo pasaban detrás de las cámaras, lo que era un rodaje… Yo también quería vivir eso.
Además de eso veía muchísimo cine de terror. En el videoclub de mi pueblo tenían que llamar a mi abuela para que les diera permiso para alquilarme las películas que yo cogía, que eran las de más sangre. Me encantaba Pesadilla en Elm Street, Viernes 13… Siempre he tenido mucha imaginación, me gustaba escribir cuentos, en la clase del cole me decían que tenía muchos pájaros en la cabeza.
Totalmente [sonríe]. Lo he pensado alguna vez, en esa gente que duda de ti. Creo que la sociedad de hoy en día tiene una tendencia a dar una importancia brutal a las cosas malas que pasan y a no valorar casi las cosas positivas que pasan. Hay que esforzarse por valorar lo bueno.
Claro que lo he pensado alguna vez, en aquella gente que dudó de mí y ahora se acerca a decirte cosas bonitas. Tiene su lado de sentirte bien por dentro, de decir: al final lo he logrado.
Mi peli favorita es Big Fish, mezcla fantasía y terror, que son géneros que me gustan mucho. Me encanta Tim Burtton y me encantaría trabajar con él. En esa película, Ewan McGregor hace un papel genial.
De España, me encantaba Un Paso Adelante, ver la escuela de Carmen Arranz, lo bien que se lo pasaban [ríe]. Me parece un mundo muy bonito lo de la música.
Le animaría a que se apuntara a lo que fuera. Yo he hecho cortometrajes y obras de teatro que me avergonzarían ahora si lo viera [ríe], pero es que hay que hacerlo para darte cuenta de lo que está bien, de lo que está mal, de lo que te gusta, de quién quieres ser…