Cristina Pedroche no se defiende, ya lo hace su marido por ella

La disputa entre Nuria Roca y Cristina Pedroche se ha convertido en cosa de tres cuando el marido de la vallecana, David Muñoz, se ha metido por medio, o eso parece. Ha colgado un tuit en el que no se refiere a la locutora pero que, muchos creen que va dirigido a ella. “Me da mucho asco y pereza la gente que critica las cosas buscando el aplauso fácil y demagógico…Hay que mirarse al espejo y hablar menos!”, escribía el chef.

Pero para entenderlo hay que conocer la historia entera. Todo comenzó un buen día en El Hormiguero cuando Cristina enseñó el tatuaje que se ha hecho con la cara de su marido y alardeó de lo enamorada y feliz que está por haber encontrado el amor verdadero.

Muy tierno y muy bonito y hasta demasiado perfecto para no despertar envidias. El caso es que no a todo el mundo le gustaron tanto sus palabras. Tras su aparición en el programa, Nuria Roca le dedicó un post en su blog, Los tacones de Olivia. Empezaba diciendo que respeta la forma en la que cada cual vive el amor y asegurando que Cristina Pedroche le gustaba.

Pero, no era más que el principio. Luego entró en el tema, en su idea de que los personajes públicos tienen una gran responsabilidad en los mensajes que mandan y que Pedroche se estaba equivocando con las declaraciones que hacía sobre su relación.

“El problema es que cuando para describir su inmenso amor hacia David dice frases como ‘todo lo bueno que me pasa es gracias a él’ está, sin saberlo, fomentando un mensaje de posesión de la pareja muy peligroso”, escribía Roca, “declaraba los nervios que había pasado al no estar localizada en el móvil durante 13 horas, teniendo en cuenta además que estaba en India, pensando que David podría enfadarse por eso, estaba describiendo con bastante precisión un problema muy serio…”.

Para Nuria Roca “el fomento del control del otro y encontrar virtudes en la posesión del otro son mensajes muy peligrosos y muy perjudiciales cuando se es un personaje público”. Está claro que estas palabras no han sido del agrado de la pareja y aunque Pedroche no se ha pronunciado, su marido no ha podido morderse la lengua. ¿Será el nuevo capítulo de un largo culebrón o quedará la cosa aquí?