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Los juegos que cambiaron mi vida (II)
Uno por consola. Entraron en mi cabeza y nunca se fueron…
Vista la parte más "retro" de esta experiencia, queda por ver qué juegos han calado con fuerza en los últimos años. Muchos de estos, por supuesto, serán también vuestros favoritos; fácil sabiendo que hemos estado juntos estos los últimos años... ¡Recordad! No os hablo de "los mejores juegos" (que en ocasiones pueden coincidir) os hablo de juegos que, por la razón que sea, se han quedado en mi recuerdo para no salir. Ahí van...
The Legend of Zelda Phantom Hourglass (Nintendo DS)
Por importante que haya sido en mi vida, es la segunda vez que no pongo "Tetris" en esta lista, pero siempre hay algo que sorprende más en su momento. Nintendo DS se sacó muchas cosas de la manga: Laytons, New Super Mario, Megaman ZX, Castlevania, Meteos... pero si un juego me quitó el hipo alguna vez jugando en una portátil fue el primer Zelda de DS. Tomando prestado el diseño de "Windwaker" de GameCube (mi favorito por mucho que decepcionara en su día) y con una vista cenital para toda la aventura, por primera vez en un juego de la serie los puzles nos pedían soplar (al micro de la consola) para apagar llamas, copiar símbolos de una pantalla a otra cerrando la consola o tantas otras sorpresas que sólo esa consola podía hacer posible. Todavía hoy, un imprescindible...
Resident Evil (Gamecube)
Una consola brutal, que no tuvo la atención merecida y que nos dio juegazos como Windwaker o las exclusivas de Star Wars; todos ellos consumidores de vida y merecedores de ser "el juego elegido" de GameCube. Pero entonces llegó Capcom y sacó en exclusiva el remake de Resident Evil, un juego que ponía los pelos de punta no sólo por una historia y una ambientación inimitables, sino porque te permitía volver a jugar un clásico de PSX que te había cautiva en su momento con un acabado que todavía hoy saca pecho en consolas como PS4 o Xbox One. La época del cubo morado fue una de las mejores que ha vivido mi generación, luego llegó Wii y las cosas se volvieron algo más locas, pero bueno... que nos quiten lo "bailao".
God of War 2 (Playstation 2)
Si con el resto de consolas es difícil decidirse, imaginad con PS2; Onimusha, Devil May Cry, Tekken, Shadow of the Colossus... ¿sigo? He buscado en mis archivos mentales, buscando una secuencia, una escena, algo muy concreto... Y ¿sabéis qué me ha venido a la cabeza? Kratos peleando contra el coloso de Rodas. Y ya está. Ningún videojuego ha conseguido abatir tanto mi mandícula con un primer acto como lo hizo God of War 2. Empieza con Kratos diciéndole a Atena que no quiere vaciles y acto seguido se pone a darse guantazos con el coloso de Rodas... A mi no me hace falta más. Tenemos ganador.
Ninja Gaiden (Xbox)
¡Os juro que no me he dado cuenta hasta escribir esta parte del artículo! Pero es la segunda vez que aparece Ninja Gaiden en la lista. Me ganó Tecmo con el de GameBoy y me volvió a ganar con la carnicería que montaron en la Xbox Original. También me pillaron con Dead or Alive 3 pero, una vez más, he tenido que elegir... Un juego tremendamente difícil pero de esos que se metían en la manga toda una generación por un acabado gráfico excelente y una tasa de 60 frames que en aquel momento no ofrecía ni "el tato". Xbox no consiguió llevarse consigo la generación, pero la máquina quedó en muy buen lugar gracias a cuatro
Zack and Wiki y el tesoro de Barbaros (Wii)
Estaba el Twilight Princess, el Mario Kart, los Mario Galaxy... hay para aburrir; pero luego llegó Capcom y sacó un juego de puzles que me dejó descuadrado y que me hizo pasar noches y noches pensando más de la cuenta. Eran escenarios enormes en los que tenía que pasar algo al accionar una manivela y que, por una serie de circunstancias, no estaba ocurriendo... y, claro, tocaba estrujar el cerebro para ver de qué forma nos las podíamos apañar para que el agua fuera a su cauce. Aún hoy sigo descubriendo este juego a mucha gente, y creo que merece este pequeño destacado, no sólo por haberse quedado en mi memoria por encima del resto, sino por ser uno de esos incomprendidos y perdidos dentro de un catálogo masivo y lleno de estrellas y caspa.
Lumines (PSP)
Siempre he tenido lago con estos juegos de puzles. En Tetris invertí muchas horas y dioptrías de mi visión. Con Nintendo DS tuve Meteos, que era bien divertido también, pero lo de Lumines fue enfermizo. Me metía en la cama jugando a Lumines y para cuando acababa no me podía dormir y veía fichas proyectadas en la pared porque se habían quedado impresas en mi retina. De verdad, no era sano. Pero ahí estaba, intentando batir los 2 millones de puntos teniendo que despertarme a las 6:23 para ir a la universidad (así me fue...).
Asura's Wrath (Xbox 360)
Iba a poner aquí el Street Fighter 4. El primer juego en el que me tome la "competición" como tal y me puse a entrenar para engrosar la cuenta de puntos a base de Yoga-Flames; pero entonces me he acordado de Asura's Wrath. Capcom se encargó, una vez más, de ponerme delante un juego tal excepcional como diferente. Una especie de peli de anime larga en la que jugábamos de muchas formas, como juego de acción, como juego de eventos de respuesta rápida dirigiendo las secuencias de video; una experiencia diferente que todavía hoy encontraréis en los "cajones de descuento" de vuestro MediaMarkt de turno.
The Last of Us (Playstation 3)
Uno de los videojuegos más importantes para mi. Mira que he vivido historias y me lo he pasado bien jugando, pero ningún juego ha conseguido hacerme sentir como lo hizo The Last of Us. Tuve la oportunidad de jugarlo algún tiempo antes del lanzamiento (por aquello de analizarlo y tal) y simplemente no me podía creer lo que estaba viviendo. Se comía cualquier película que conociera hasta la fecha; la historia de Joel y Ellie es, muy posiblemente, el mejor videojuego creado jamás en términos generales. Una obra de arte sin precedentes y que, muy difícilmente se podrá superar. En esta consola se quedan juegazos como Infamous o Heavy Rain, que simplemente no llegan por culpa de Naughty Dog.
Y hasta aquí vamos a llegar porque las nuevas generaciones (ya no tan nuevas) todavía no me han dado nada que haya calado en el corazón. He jugado barbaridades como Quantum Break o Uncharted 4, pero necesito el paso del tiempo para ver el poso que han dejado... En unos casos simplemente ocurre como con ese primer juego de Game Boy, en otros casos, es el paso del tiempo lo que te hace recordar con cariño para darte cuenta de que era algo especial, como pasó con Asura's Wrath. Es raro que ocurra algo como en The Last of Us, que con sólo terminar el juego te das cuenta de que "era el elegido".
Dejemos que el tiempo pase... seguiremos recordando juntos más adelante.