Miley Cyrus: menos lengua... y menos popularidad

La presencia de la artista en los medios ha disminuido a medida que ha relajado sus maneras

Miley Cyrus

Es una realidad: preferíamos a la Miley Cyrus de lengua lasciva que, a partir de 2013, se lanzó a lamer cualquier superficie que se le pusiera a tiro: desde cristales y muslos de bailarinas, a trofeos, martillos, pianos, su imagen en el espejo, las papilas gustativas de Cara Delevingne o el mundo en general.

Un gesto que la exprotagonista de Hannah Montana acompañaba con twerkings verginosos, estilismos burlones (y no siempre fotogénicos), cortes de pelo radicales y declaraciones de rebeldía pop que han copado durante mucho tiempo los titulares de los medios de comunicación, día sí y día, también.

Sin embargo, la popularidad de Cyrus parece haberse sosegado en los últimos meses, tal vez coincidiendo con el lanzamiento de su no tan exitoso último álbum Miley Cyrus and Her Dead Petz que vio la luz el pasado mes de agosto. Y que rehuía los ritmos certeros de su anterior discografía, sustituyéndolos por un afán más experimental.

Desde entonces, la joven no solo se ha dejado crecer su rapado capilar para lucir una media melena o felicitó las pasadas Navidades con un traje de cola, voz poderosa y un villancico lleno de solemnidad (¿tal vez para demostrar que, tras todas sus extravagancias, es una artista de pro?). Además, su puesto en el ranking de los más seguidos en Instagram ha ido bajando paulatinamente a las últimas posiciones del Top20 de celebridades, que actualmente encabezan sus competidoras Selena Gómez o Ariana Grande.

Incluso, sus declaraciones, por muy contestarias que sean (desde políticas o a favor de liberar el pezón con #freethenipple), parecen responder a unas creencias más profundas y meditadas.

Este martes, una de las columnistas de Bustle le lanzaba un aviso: en su última aparición en el show de Maya & Marty había guardado excesivamente la compostura. Y esa contención no favorece a la cantante de The wrecking ball. "Había esperado un numerito más colorido, más loco y más Miley. No sacó la lengua, no hizo twerking y sorprendió con un popurrí de bajo nivel", explica la columnista.

¿Una advertencia a la artista, que esta semana protagonizaba, sonriente, las portadas de las revistas tras la noticia de que Liam Hemsworth había confirmado su relación y ella había vuelto a lucir su anillo de compromiso?