Cierre del Cine Palafox - Editorial de Juan Luis Cano

- ¿Quedamos esta tarde?
- ¿Dónde quieres ir?
- Al cine
LOS40 Classic
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- ¿A ver qué?
- Me han dicho que echan una muy buena en el Palafox
Dentro de nada ya no echarán una muy buena en el Palafox como ya no echan una muy buena en un gran número de cines que cambiaron sus butacas de entresuelo o de platea por mostradores, sus afiches enmarcados de las paredes por estanterías repletas de jerseys, sus acomodadores por jóvenes dependientes que siempre están doblando camisetas amontonadas sobre el mostrador, la oscuridad de la sala donde se hacían enormes Bette Davis, Marlon Brando, Jonny Depp, Robert De Niro, Julia Roberts, Nataly Portman, Jose Luis López Vázquez, Luis Escobar o Chus Lampreave ya es para siempre y lo que fueron enormes telas blancas de las que emergían amores, odios, disparos, risas y llantos, besos tórridos o bailes acrobáticos bajo la lluvia, se han convertido ahora en paredes sin vida. Los cines se van. The End.
Sobre los ecos de lo que fueron se levantan ahora tiendas de grandes cadenas, iglesias adventistas del séptimo día, bingos o simplemente nada. Son construcciones a las que el alma se les fue con el último fotograma proyectado y se van arruinando en el olvido, mientras se desintegran por dentro los fieltros de sus butacas y los recuerdos de aquellas grandes historias que un día fueron suyas. Se van los cines, pero el cine se queda. Cambian los usos, porque cambiamos quienes los vivimos y todo continúa, pero encogido. Las películas se ven en formatos diminutos, las televisiones, los ordenadores, incluso los teléfonos móviles son ahora los que han heredado el sagrado cometido de llevarnos hasta el mundo de los ensueños y de mostrarnos los rostros y los cuerpos de quienes los interpretan. Se van los cines, pero el cine se queda, igual que se queda la música aunque ya nadie tenga en su habitación unos altavoces del tamaño de armarios roperos. Cambian los usos y todo se empequeñece: Las pantallas, los altavoces, las caras de los actores y de las actrices, las voces de los cantantes, que se meten por conductos tan estrechos que uno no comprende como puede llegar a salir por ahí tanta música.
El cine Palafox de Madrid entrará dentro de poco en el cielo de los cines buenos, el de los grandes cines y en ellos, en sus pantallas de tela blanca inmaculada se volverán a ver a sí mismos Paul Newman, Hunphrey Bogart, Gary Cooper, Jennyfer Jones, Ava Gadner, Kim Novak o nuestros Fernando Fernán Gómez, Luis Ciges, Agustín González, Tony Leblanc, Gracita Morales o Lola Gaos. Dicen que el cine Palafox abrirá dentro de poco con otro nombre. Ojalá, porque aunque las películas ya las tengamos tan a mano, siempre necesitaremos tener que ir a algún cine en el que echen una muy buena.












