El regreso de Lorde: la historia que hay detrás de Melodrama
Descubrimos el misterio después de tres años de espera...
Aquello de “quien se fue a Sevilla, perdió su silla” no funciona con Lorde.
Tras 3 años de silencio, Ella Marija Lani Yelich-O'Connor, ha vuelto y lo ha hecho para ocupar el trono más adulta que nunca.
Sí, así es como se llama realmente la cantante neozelandesa Lorde, cuyo regreso ha supuesto en su carrera todo un giro copernicano.
Pero, ¿por qué tanto misterio? ¿Por qué tanta espera?
La respuesta es tan simple como complicada: todo se debe a su transición de adolescente a mujer.
Y no, no tiene nada que ver con que el squad de Taylor Swift, al que Lorde pertenece, le haya quitado tiempo.
La heroína y la madurez
La razón de ser de su álbum debut, Pure Heroine, radicaba precisamente en la adolescencia, la fama, los amoríos que vienen y van y se viven de una manera tan intensa como la que puede provocar una droga.
Desde entonces, la voz oscura y grave de Lorde ha conquistado a todo el mundo.
Ha cabalgado entre lo alternativo y la electrónica con influencias de James Blake y se ha atrevido a criticar a las clases nobles con gran retórica en sus canciones.
De hecho, su propio nombre está inspirado en la aristocracia, en el Lord británico que ella usa como un alter ego y al que, sagazmente, añadió una “e” al final.
Con los acordes del piano y su poesía, Lorde se decidió a volver para contarle al mundo que ya no es una niña, que se puede superar una ruptura.
La gestación de una mujer
Para llevar a cabo esa transición, Lorde se ayudó del ex miembro de Fun y pareja de Lenha Dunham, Jack Antonoff, para producir el single Green Light.
De hecho, es él mismo el que toca el piano en esta canción y también en Liability.
Antonoff contó que Lorde y él crearon Green Light en su apartamento de Nueva York en el que no había nadie más que ellos dos.
Y de ahí salió la frase “I hear sounds, in my mind” (“Escucho sonidos en mi mente”).
Jack Antonoff y Lorde han creado un buen equipo, incluso él que ha escrito para grandes como Sia, dijo que “no hay muchos artistas vivos como ella”.
Luz verde a crecer
En Green Light la neozelandesa nos cuenta la historia de una relación tóxica, de una pareja con doble cara. ¿Y qué elige ella? La mejor opción: afrontarlo y bailar por la ciudad.
Lorde enseña que se puede salir del pozo buscando esa luz verde, que se puede vivir.
“Green Light habla de esos momentos que hay inmediatamente después de que tu vida cambie y de todas las tonterías en las que uno piensa”, dijo ella misma en una entrevista.
Y después de sorprendernos con este single, a las pocas semanas Lorde se atrevió a dar otra sorpresa: presentó al mundo Liability, una balada que se desmarca totalmente del electro-pop al que nos tenía acostumbrados.
Llegados a este punto, el crecimiento musical desde Pure Heroine, se antoja evidente. En Melodrama, Lorde resume los últimos dos años de su vida que ella ha descrito como “fluorescentes”.
Ya hablaban de ello los Artic Monkeys; del adolescente fluorescente, y también efervescente.
Larga vida a la Reina Lorde.