Especial
Al preso más guapo del mundo no le sale rentable ser un chico bueno (o sí)
“Estoy harto de esta mierda"
La foto de su ficha policial dio la vuelta al mundo y le hizo merecedor de la etiqueta de ‘el preso más guapo del mundo’. Así es como Jeremy Meeks pasó de ser un delincuente anónimo a un icono de belleza al que muchos admiraban y se disputaban las firmas de moda más prestigiosas.
Su vida dio un cambio radical y ahora disfruta de unos lujos que hace unos años no hubieran sido posibles más que en sus sueños.
En 2016 obtuvo la libertad condicional de la que sigue disfrutando. Y la carta que atestigua su condición la llevaba encima cuando llegó al aeropuerto Heathrow de Londres (o eso dice su representante).
Pero el caso es que el personal del aeropuerto no cree que todo estuviera en regla y tras retenerle 8 horas en la sala de inmigración le deportó de nuevo a Estados Unidos. “Estoy harto de esta mierda. Londres no me quiere aquí después de haber cumplido mi condena. Es una locura”, dijo al Daily Mail.
El caso es que Meeks iba a Londres con su mujer y su manager a realizar un trabajo relacionado con su nueva profesión, la moda. Pero se ha quedado sin poder cumplir.
Llegaba a la capital inglesa con muchas expectativas pero no ha sido posible.
Recordemos que debutó en la Semana de la Moda de Nueva York en un desfile de Philip Plein y ahora acaba de protagonizar su primera portada en Man about Town.
La vida le sonríe aunque su pasado todavía pesa. Parece que haberse convertido en un chico bueno no es suficiente para tener las puertas abiertas en todo el mundo.
Claro que tampoco parece muy molesto y ya de vuelto ha podido comprobar que como en casa, en ningún sitio. Y dado su nuevo estatus seguro que se cuidará muy mucho de volver a delinquir.
Ahora tiene trabajo y está disfrutando de su nueva vida junto a su familia que le ha mostrado su apoyo desde el primer momento. Y, de hecho, sus hijos podrían seguir sus pasos porque han heredado su belleza.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...