La boda de mi mejor amigo no terminaba como nos contaron

Han hecho falta veinte años para conocer la verdad

Las películas más míticas de Julia Roberts están plagadas de secretos que no hemos conocido hasta ahora. Si el final de Pretty Woman distaba mucho de ese de cuento de hadas que vimos en la gran pantalla ahora sabemos que el de La boda de mi mejor amigo tampoco iba a ser como nos lo pintaron.

El motivo es que el personaje al que interpretaba Julia Roberts, Julianne Potter, cayó mal desde al primer espectador de la cinta como al último y lo de un final feliz comiendo perdices ni se contempló.

Ni Potter se quedaba con su amor de toda la vida ni la persona con la que parece que puede que pase toda su vida está interesada en ella.

La venganza contra el personaje es que George Dawnes, Rupert Everett, termina siendo gay aunque en las primeras versiones del guión no lo era. 

El final, según ha reconocido P. J. Hogan (director de la película) en EW, tuvo que rodarse ocho meses después de terminar la película pues todos creyeron que era mucho más honesto con el espíritu de la comedia.