Cuando el preso más guapo del mundo se lió con una rica heredera
Estando casado y con 2 hijos
Jeremy Meeks. / Pascal Le Segretain/Getty Images
Jeremy Meeks vio cómo su vida daba un giro de 180º cuando salió de la cárcel tras cumplir condena. La foto de su ficha policial dio la vuelta al mundo y le valió el título de "el preso más guapo del mundo".
A su salida los contratos de moda le llovieron y aunque su pasado le ha jugado alguna mala pasada como su entrada fallida a Londres, parece que no es definitivo a la hora de seguir adelante.
Pero en el verano de 2017, circularon unas fotos de sus vacaciones en las playas de Turquía y no precisamente junto a su mujer y sus hijos, sino a bordo de un yate con una rica heredera. "Todo es posible", escribía junto a esta foto.
LOS40
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Los paparazzi han captado unas imágenes del modelo en actitud cariñosa con Chloe Green que no dejan mucho lugar a dudas.
Ella es una niña bien que algún día se hará con el emporio de Topshop y que, a sus 25 años, parece que ya está dispuesta a meterse en polémicas.
Meeks no es el único famoso en su curriculum sentimental, también se la relacionó con Marc Anthony.
Tras publicarse las fotos de la pareja, ella compartió en su cuenta de Instagram una foto en la que se podía ver a los dos junto a un mensaje un tanto ambiguo: “Tan solo el principio…Apreciamos todo el amor y el odio”.
¿Sería la confirmación de una relación? No queda claro, pero lo cierto es que la publicación acumuló tal cantidad de haters que Green ha tenido que clausurar su cuenta.
La mujer de Meeks parece ajena a todo lo que está ocurriendo y no se ha pronunciado en redes sociales. Nada hacía presagiar esta aventura que algunos fechan su origen en el Festival de Cannes el pasado mayo.
Sin embargo, a principios de junio, el modelo posaba con su mujer. “sin comentarios”, escribía junto a esta foto que parecía ser la estampa de una pareja bien avenida.
Seguro que el padre de la Green anda preocupado con el hecho de que su pequeña esté saliendo con un hombre de pasado turbio que además está casado. Aunque eso no parece parar a la chica.
Está claro que Meeks es un buen ejemplo de que la vida, a veces, te puede dar segundas oportunidades y la suya es de las de película. De la cárcel a una vida de millonario.
