El día en que Rihanna cogió la costumbre española de llegar tarde

Y se le fue un poquito de las manos.

Si siendo un secreto (a voces) la Gran Vía madrileña quedó paralizada y llena de gente para ver a Rihanna, no queremos saber lo que hubiese pasado este sábado, 23 de septiembre, si llega a saberse.

Riri, una de las cantantes y de las personas más famosas del planeta, ayer estuvo en Madrid. ¿El motivo? La presentación de su nueva línea de cosméticos de Sephora, Fenty Beauty.

Como si se tratase del estreno de un nuevo blockbuster en plena plaza de Callao, miles de personas comenzaban a amontonarse alrededor del cine. No eran ni las seis de la tarde, cuando los alrededores del photocall ya estaban cubiertos de fans y curiosos, esperando con sus CD’s para que se los firmase.

Seguidores de Rihanna esperando su llegada en Callao. / Alberto Palao

Sobre las siete y media de la tarde, la prensa comienza a ocupar sus sitios en el photocall. Quién nos iba a decir que más vale que nos hubiésemos puesto bien cómodos porque Rihanna iba hacerse esperar.

Durante la primera hora, una decena de rostros del mundo del cine y la televisión pasearon por el photocall. Sweet California, Vanesa Romero, Angy o Natalia de Molina son solo algunas de las caras que estuvieron. ¿Irían maquilladas con la nueva línea de productos de Rihanna?

El actor Martiño Rivas también quería ver a Rihanna.

Nos alegramos mucho de verlas, pero la masa de gente sigue coreando el nombre de Rihanna.

Tampoco faltaron algunas caras de influencers como Jedet o Pelayo Díaz ¡Todos querían ver a Riri!

Sobre las ocho y media ya habían pasado todos los rostros conocidos delante del photocall y habían entrado a los cines Callao, menos uno: el de Rihanna.

Parecía que la de Barbados iba a retrasarse un poco. Ya sabéis, cosas de estrellas. Si eres Rihanna puedes llegar media horita tarde, así la entrada será más espectacular.

En la pantalla de Callao se muestra toda la gente que había acudido / Alberto Palao

Pero la media horita comenzó a ser una hora, y la hora a ser dos. A los miles de asistentes que habían ido a ver a Riri y al enorme equipo de seguridad que se encontraba en la plaza, comenzaron a sumárse los cientos de curiosos y turistas que paseaban por la Gran Vía madrileña. No cabía ni un alfiler en la plaza.

Entonces, a las diez y diez de la noche, miles de gritos eufóricos de los fans anuncian lo previsto: la reina ha llegado. Rihanna, vestida con una falda blanca con pequeños motivos estampados y un top rosa claro, atraviesa el pasillo entre la carretera y la entrada a Callao.

A los focos que alumbraban el photocall se sumaron las luces de las pantallas de los cientos de móviles que buscaban una foto de la artista. Pero iban a tener que darse prisa, porque Rihanna no tardó más de dos minutos en entrar en el cine. Vista y no vista.

La masa gritaba “¡no te vayas!”, pero Rihanna, quizá porque no sabe español o porque llegaba dos horas tarde, entró a su fiesta. Porque sí, era su fiesta.

Aquellos fans que llevaban horas esperando para ver a su ídolo tuvieron que volver a casa con el disco sin firmar, pero con el recuerdo de haber visto a Riri paralizar la Gran Vía madrileña. Quién sabe cuándo volverá a pisar la capital española.

Bueno, al menos la presentadora Adriana Abenia consiguió su selfie con ella.

Alberto Palao

Periodista musical. Me gusta comer burritos y...