Especial
Tras Willy Bárcenas y Sebastián Llosa… te hablamos de una DJ cuyo apellido también pesa
Sandra Fernández Tapias
Dicen que tener un apellido famoso te puede abrir muchas puertas pero lo cierto es que, en determinados ámbitos, les obliga a demostrar más que los demás.
En el caso de la música, parece que tienen que defender un talento propio que nada tiene que ver con sus genes y posibles enchufes.
Bien lo sabe Enrique Iglesias que renunció a las ayudas que le podía ofrecer su padre porque quería lograr una carrera por méritos propios.
Está claro que lo del apellido siempre es una carga que no todos saben asimilar. Otros, sin embargo, lo llevan con orgullo como Willy Bárcenas que, pese a que su apellido no le suena bien a mucha gente, él ha logrado que se deje al margen lo que representa para darle una oportunidad a Taburete, su grupo.
Sebastián Llosa es otro de los que está orgulloso de su apellido, llevar el mismo que el Premio Nobel de Literatura, no es para menos.
La Santa, sin apellidos
En la lista hay que añadir ahora a Sandra Fernández Tapias, sí, hija de Fernando Fernández Tapias que, a diferencia de los dos anteriores sí ha renunciado a su apellido para trabajar como DJ bajo el pseudónimo de La Santa.
Si ya es raro que le vaya bien a una mujer DJ, que representan tan solo el 17% de la profesión, imaginaros si, además, lleva un apellido reconocible. En seguida se asocia a otros casos como Kiko Rivera o Fonsi Nieto que han tirado de marca familiar y su caso no tiene nada que ver.
Ella no, ella dejó a un lado lo de Fernández Tapias, “quería ganarme mi sitio por mi trabajo. Además, un DJ es un personaje, una marca que necesita su propio nombre. Y en La Santa está implícito el Tapias”, aseguraba en una entrevista con Vanity Fair.
Aunque en su casa se escuchaba música clásica, boleros y Julio Iglesias, los que van a verla pinchar esperan Deep house, tech house y tecno.
Y que conste que es fácil reconocerla y no sólo por su estilo para pinchar sino por su maquillaje de guerra, tres líneas rojas y un punto. “Simbolizan las tres divinidades del hinduismo y el tercer ojo; yo soy muy espiritual. Hago meditación y reiki”, asegura.
Una vocación temprana
Con 17 años empezó a hacer sus primeros pinitos pero se fue a París y a Miami a estudiar Comunicación con especialización en Relaciones Internacionales y Económicas. A su vuelta a España se tomó un año sabático y luego se pasó dos años trabajando con Houdini (una especie de myspace).
“Luego lo dejé para formar mi propia empresa de eventos, siempre relacionados con la música y festivales. Se llamaba Yasta Plus Producciones y trabajamos en el sur de España, por Marbella y Andalucía. Hicimos muchos eventos de hasta 4.000 personas”, contó a LOC de El Mundo.
Pero llegó la crisis y su empresa quebró. Ahora se ha convertido en el primer fichaje femenino de la oficina de Wally López y a sus 34 años ha logrado hacerse un nombre y pinchar con gente como Juliete Lewis.
Pero que conste que lo de DJ no es su única dedicación, también trabaja en el negocio familiar y eso hace que haya días en los que se acueste a las 6.30 y se levante dos horas después para ir a trabajar a la oficina. Y lo aguanta, “pues no sé… Yo no fumo, ni bebo alcohol ni me drogo. Puedo pinchar cinco horas seguidas a base de agua y sin probar bocado”.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...