Tash Sultana, la artista con el mismo origen de Bieber con cualidades para tener su mismo éxito

Es innegable que youtube se ha convertido en la gran cantera de artistas, Justin Bieber fue de los pioneros, pero el problema es que hay tantos que a veces resulta complicado hacer la criba.

Claro que en otras ocasiones es fácil, el talento es tan abrumador, que destaca por encima del resto y es lo que le ocurrió a Tash Sultana que con tan solo 22 años se define como “una banda de una sola mujer que aporta un nuevo significado al concepto de multitarea”.

Y es que esta joven australiana es cantante, compositora y multi instrumentista.

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Con tan sólo 3 años comenzó a tocar la guitarra que le regaló su abuelo y ahora es capaz de lidiar con más de 20 instrumentos. Pero ese no es su único talento porque posee una de esas voces que es capaz de taladrarte.

2016 fue su gran año porque se dio cuenta de que sus grabaciones caseras triunfaban en youtube y eso le permitió lanzar su primer EP, Notion. Después llegó una gira mundial a principios de este año que ha estado repleta de ‘sold out’.

Una vida complicada

Tiene una imagen y un carisma muy potentes que hacen que Sultana no pase desapercibida. Se autodescribe como adicta a las drogas. De hecho, con 17 años desarrolló psicosis inducida por fármacos y tuvo que someterse a varios meses de terapia para recuperarse.

Ese carácter complicado hacía complicado encontrar un trabajo estable y le llevó a buscar se la vida en los callejones de Melbourne. Allí la música fue ganando terreno.

En 2008 formó parte de Mindpilot, un grupo con el que participó en varios concursos de bandas. Pero acabó disolviéndose. Ya centrada en solitario las cosas empezaron a mejorar y está trabajando en su álbum debut que está previsto que lance en abril de 2018.

Pidió el voto  para legalizar el matrimonio homosexual en su país porque quiere casarse con su chica. Le gustan las tablas, tanto de surf como de skate y disfruta al aire libre cuando no está en el estudio creando. Aquí tenemos a una estrella y solo hay que dejarla brillar.