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Casi 40: Lucía Jiménez y Fernando Ramallo se reencuentran veinte años después
Y eso es lo que vertebra la nueva película de David Trueba
Lucía Jiménez es ella y Fernando Ramallo es él en Casi 40, la nueva película de David Trueba. No necesitan más apelativos pues los actores son algo así como el talismán para el director y escritor, fueron los protagonistas hace 22 años de La Buena Vida – una de esas películas que marcaron al cine español de los 90 – y la relación que entablan en la pantalla va más allá de su filiación.
Sin nombres y enfrascados en una gira por el interior de España la pareja va mostrando una relación en la que hay amor, amistad y muchos años a las espaldas. El guion lo escribió el propio Trueba basado en su libro Tierra de Campos.
Casi 40 es una road movie con mucha música. Lucía Jiménez y Fernando Ramallo nos contaron cómo han vivido su rencuentro y el actuar en esta película tan emocional y emocionante.
Como le tengo terror a hacer spoilers quiero que me contéis vosotros de qué va Casi 40
Fernando: Casi 40 es un reencuentro de dos antiguos amigos que en su momento pues, sobre todo mi personaje, él estuvo un poco enamorado de Lucía. Han pasado los años, ahora cada uno tiene su vida, Lucía era cantante y ahora no se dedica tanto a la música y yo quiero saber qué pasó de aquel amor y quiero buscarla de alguna manera y sobre todo encontrarme con ella, vivir un viaje con ella. Le propongo una serie de conciertos como si yo fuese su representante pero lo importante es el viaje que hacen los dos personajes.
Lucía: ¡Qué bien lo has contado! Sí, sí, es una road movie de dos viejos amigos que en el pasado tuvieron una relación y se tienen mucho cariño pero no han vuelto a verse. La vida da muchas vueltas y cada uno ha estado en las Antípodas del otro. Mi personaje ha sido una cantante muy metida en la industria y con mucho éxito pero llegó un momento en el que se separó de su pareja y ya hizo su carrera en solitario y llegó un momento en el que lo ha dejado, ha decidido retirarse. Yo el viaje no lo hago por la gira porque a mí la gira me da igual, lo hago por estar con él, quiero pasar unos días con él y estar juntos.
Eso está muy bien que me lo cuentes porque en la película no llega a quedar claro si hay interés o indiferencia por parte de ella.
L: Sí, ella recibe la llamada en un momento en el que me he retirado de la música y estoy en una vida acomodada, con hijos, casa... Pero también está bien involucrarse en este viaje e irme con él que es una persona a la que yo tengo mucho cariño y quiero mucho pero no sé qué tal está. No es que esté preocupada pero quiero saber que está bien. Quiero oír de su boca que está feliz, sobre todo que está feliz.
Hay paralelismos entre vuestra historia y la de la película porque vosotros también habéis vivido un reencuentro.
D: Sí, bueno, no llega a ser reencuentro porque si que más o menos hemos tenido contacto entre nosotros y con David. No habíamos vuelto a trabajar desde La Buena Vida...
Que fue la primera película para los dos.
L: ¡Para los tres! Fue la primera película para David también. Fernando y yo no habíamos coincidido y con David tampoco habíamos vuelto a trabajar. David nos llama un día, a Fernando y a mí, y nos dice que tiene un proyecto entre manos, que tiene una idea loca y que a ver qué nos parece. De ahí surge, fue David. David es una persona que todo lo que se propone lo consigue.
F: Y todo lo que propone él le quita importancia. Él no quiere, pelea mucho con las expectativas, quiere que lo que hagamos lo hagamos por disfrutar. Como esta peli que ni siquiera supimos que iba a ser una peli. Nosotros hicimos el proyecto que podía haber sido un documental, podía haber sido una serie por capítulos...
L: O un rodaje que se quedaría para nosotros.
F: Sí, un rodaje que después se proyectaría en una sala y ya está. Pero no, al final mira, ganó en Málaga el premio del jurado y eso está muy bien de David pues al evitar las expectativas uno está más relajado. También es verdad que David tenía ganas de este viaje con nosotros, realmente era algo personal que nos debíamos los tres.
¿Y la película de verdad fue tan íntima en su rodaje como se percibe?
F: Sí, tal cual, pues por las condiciones del rodaje no había mucha gente de equipo y solo había una furgoneta para desplazar a todo el equipo así que éramos muy poquitos. La historia, al ser el viaje de estos dos, es una historia bastante cerrada .
L: Sí, es una historia muy íntima y así fue el rodaje, sí. El viaje que hacen ellos lo hicimos nosotros y también se rodó de manera muy libre y artesana. Ha hecho David de esta manera porque le ha dado la gana, podía haberla hecho como cualquier película que se hace normalmente. Esto era más una experiencia.
¿Por qué creéis que acercarse a los cuarenta resulta tan jodido?
F: Nosotros también nos estamos acercando a los cuarenta y la verdad es que a mí me removió muchísimo. A mí me pasó al terminar la película, porque sí es ficción pero te tienes que creer lo que dices. Cuando vi el cartel lo vi tan positivo y luminoso que me dio un halo de esperanza. He tenido mucho miedo a los cuarenta, es algo irracional, pero es el momento en el que ya tienes que tener una dirección, una vida. La peli provoca de una manera sutil porque la carcasa es algo amable pero cuando la vas viendo van cayendo las fichas. David me reprimía no hacer mi personaje más nostálgico que, al final, es mi vida real. Hay una escena al final, que no diré de qué va, en la que yo veía a Lucía y a mí en La Buena Vida y me emocioné porque son recuerdos. Cuando hago una peli a mí lo que me relaja es pensar que si yo me muero alguien verá la peli y seré un poquito inmortal.
L: Sí, los cuarenta caen como una losa, como se dice en la película como una bomba atómica. Más que eso es que te plantas en los cuarenta y no te has dado ni cuenta. Tú te ves igual y te crees igual, con esa energía de antes. Entiendo que a toda la generación de treintaymuchos esta película le remueva. Si has visto cine o La Buena Vida empiezas a ver que han pasado veinte años y hay cosas que ya ni existen. Ya no somos los jovencitos, no existen las pesetas ni las cabinas...
F: Madre mía, voy a tener que comer chocolate ahora...
Pues vamos a cambiar de tema entonces y a dejar un poco la nostalgia. Con La Buena Vida eráis unos niños y ahora sois adultos, ¿ha cambiado vuestro trato con David Trueba en este largometraje?
F: Hombre, ahora somos más conscientes de lo que es un rodaje y de lo que es actuar. Precisamente por eso ha sido más difícil esta película porque David quería la virginidad de la primera y es muy difícil cuando has hecho quince o dieciséis películas. En mi caso personal como actor era lo más complicado y creo que para Lucía también. David como director lo hace muy bien porque siempre intenta quitar cualquier vicio de actor que puedas tener.
L: Sí, claro que cambia, imagínate en veintidós años. Yo era una niña y no dormía cada vez que tenía que ir al rodaje de La Buena Vida pensando en el texto y los nervios propios de tu primera película. Han cambiado muchas cosas, hemos hecho un montón de proyectos, hemos vivido un montón de experiencias, nos hemos equivocado, hemos crecido. Yo soy otra actriz, claro.
¿Os veis haciendo un Casi 60 o un nuevo reencuentro dentro de otros veinte años?
Los dos: ¡Ojalá!
F: Pero para entonces David tendrá...
L: No y David no lo llamará Casi 60, lo llamará de otra manera. Nos dice mucho una cosa que nos hace rabiar que es que hará una que estemos en el asilo, los dos, viejos.
F: Eso lo quería hacer con Qué fue de Jorge Sanz que también es un poco un continuación y le escuché decir que quería también hacerlo en la residencia, cuando esté en el geriátrico y a nosotros nos decía lo mismo.
L: Desde luego David no sabes por dónde te va a salir, no lo sabes, y cuando piensas que lo sabes te cuenta todo lo contrario.
F: David cuando cumplamos más años cumplirá menos y nos dirigirá como Benajmin Button.
En la película hay una escena con una periodista que a mí, por lo que me toca, me ha hecho mucha gracia. ¿vuestra relación con la prensa ha sido complicada?
L: No, qué va, eso era un chiste aunque pregúntale a David que es el guionista. Además él es periodista así que simplemente es un guiño. Es un extremo maravilloso y mola interpretarlos.
F: Yo nunca he entendido a esos actores que no quieren hacer ruedas de prensa ni promocionar sus películas, me parece una falta de respeto para el público porque, obivamente, quieren saber cómo se ha hecho la película y yo esas cosas nunca las entendí, al revés, vosotros sacáis la entrevista y nosotros intentamos vender nuestro trabajo.
Muchas gracias, chicos.
Casi 40 se estrena en cines de toda España el 29 de junio.