El miedo que se esconde tras el desafortunado Meet & Greet de Britney Spears

Hace poco salía la noticia de un desafortunado encuentro (pagado) entre Britney Spears y una seguidora española. Ocurría durante uno de sus conciertos en el o2 Arena de Londres. Fue en un Meet & Greet donde la artista se burló, despreció y se negó a fotografiarse con una fan que había pagado cerca de 900 euros para ello.

La chica en cuestión, Marta Gutiérrez, de 32 años, voló desde Mallorca para poder sacarse una foto con la Princesa del Pop. Sin embargo, lo que parecía que iba a ser un sueño cumplido, se convirtió en una auténtica pesadilla. 

Britney Spears se negó a sacarse una foto con Marta por un error de la segunda: apoyar la mano en su espalda. En ese momento, la Princesa del Pop montó en cólera ya que hay una norma que no se puede romper: el Meet & Greet no permite ni un roce con la artista.

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Tras ese mínimo contacto, Marta tuvo que abandonar la habitación, sin foto, tras escuchar humillaciones y risas por parte de Britney y son un mal trago bastante grande. Detrás de este suceso, como es obvio, existe un miedo que parece que Britney Spears no supera.

¿A qué teme Britney Spears?

La cantante tiene miedo de la gente, de sus fans, del público. Este Meet & Greet pone de manifiesto el pánico que Britney siente hacia lo que es ajeno. No sólo las fotos con sus seguidores reflejan este pavor, también la disposición del escenario, la luz que se enciende cada vez que acaba un tema durante los conciertos o la falta de empatía con su público.

Respecto al escenario, por ejemplo, Britney nunca se acerca al borde de la pasarela. Además, el foso entre el stage y el público es más grande de lo habitual. Cada vez que termina de interpretar un tema, un ayudante enciende una linterna para que Brit corra hasta la luz (¿no conoce el escenario?) y, por si fuera poco, la interacción con el público es nula.

Durante una de las canciones de Piece Of Me Tour, Freakshow, el equipo de Britney sube a un chico a bailar junto a la artista. Sin embargo, en ningún momento hay interacción entre esa persona y la cantante. Son los bailarines los que llevan a esa persona del público y la mueven sobre el escenario.

Todo esto no justifica a la artista ni a sus malos comportamientos con su público, está claro, pero lo que sí pone en evidencia es la falta de tacto de su equipo a la hora de engañar a los fans prometiéndoles "contacto" con la cantante.

Más allá de todo esto, este miedo de Britney radica en los malos años que pasó hace un tiempo con la prensa, los medios de comunicación y la continua persecución por parte de su pública. Superar un miedo de este tipo, realmente, es complicado.