Entre la curiosidad y la ansiedad de saberlo todo: el secreto del éxito de Los Lobos
"Vemos preguntas por todas partes"
Érase una vez un crítico de cine, un profesor universitario, un funcionario y un criador de vacas. Los cuatros compartían el gusto por el conocimiento y decidieron aunar fuerzas para hacer historia en televisión. ¿Que quiénes son ellos? Los inigualables y únicos Lobos de ¡BOOM!: Valentín, José, Manuel y Erundino.
Llegaron al concurso de las tardes de Antena 3 para probar suerte y llevarse unos eurillos a casa. Lo que no se imaginaron en ese momento es que ¡BOOM! cambiaría sus vidas para siempre, adquiriendo un gran compromiso con el programa y haciendo de Los Lobos una marca en sí misma.
Así lo avalan los más de 300 programas que llevan a sus espaldas y el estratosférico bote millonario al que optan cada día. Nunca antes en el mundo, unos concursantes habían estado tanto tiempo de forma ininterrumpida en un concurso de televisión.
Los hombres detrás de Los Lobos
Antes de ser leyenda viva de la tele, Los Lobos tenían ocupaciones bien distintas para ganarse la vida, y algunos todavía compaginan ¡BOOM! con el trabajo. Por ejemplo Erundino, que continúa como funcionario de la Junta de Castilla-La Mancha, mientras que José sigue dedicándose a criar vacas en régimen extendido.
"Sigo dedicándome a ello porque en primavera es cuando menos trabajo me dan las vacas, ya que se alimentan de lo que da el campo y no tengo que proporcionarles comida. Cuando estamos en invierno les dejo comida para los días que me voy y mi amigo Eloy, que es el alcalde de Casillas de Flores (Salamanca), está ahí por si surge algún imprevisto", asegura José.
Los casos de Valentín y Manuel son distintos. El primero era profesor asociado en la facultad de Bellas Artes en la Universidad Miguel Hernández, pero decidió dejarlo porque le compensaba más estar en el concurso: "Cuando empezamos a concursar la idea era hacer algunos programas para sacarnos un dinerillo y reincorporarme a las tareas docentes cuando empezara el curso en septiembre, porque mi asignatura se da solo en el primer cuatrimestral. Pero cuando llegó ese momento llevaba un montón de programas, nos iba muy bien y elegí la necesidad. Tenía un contrato de asociado de 280 euros y me compensaba más estar en el programa aunque no fuera a durar mucho".
Por su parte, Manuel estaba en paro cuando Los Lobos empezaron su aventura en ¡BOOM!, aunque lleva desde el año 2000 escribiendo críticas de cine: "Básicamente hacía eso y buscar trabajo, porque el mundo de la crítica está de aquella manera y no da para vivir".
Así empezó todo
La necesidad fue la razón que llevó a Valentín a formar un escuadrón de listos, un equipo con perfiles muy diferentes, pero que tuvieran en común la curiosidad y esa agilidad tan necesaria para un programa como ¡BOOM!.
"Económicamente no me iban las cosas muy bien y dije: 'voy a aprobar fortuna', explica Valentín. "Empecé a llamar a compañeros que había conocido en Saber y ganar y contactado con unos y otros conseguimos formar este equipo".
Vivimos la realidad pendientes siempre de qué podrían preguntar en el concurso
"La pareja de Erundino le animó a presentarse y fue contactando con todos nosotros", dice Manuel. "Con Erundino coincidió en Saber y ganar y conmigo contactó a través de una amiga que también concursó en el programa de La 2 y no pudo presentarse por trabajo". Exacto, a punto estuvieron Los Lobos de ser un equipo mixto.
Curioso lo que pasó para encontrar al cuarto y último integrante de Los Lobos: "Nos conocíamos de Saber y ganar y decidió escribirme una carta de su puño y letra, como si estuviéramos en la Edad Media, para formar parte del equipo. Le llamé inmediatamente y acepté", relata José.
El común denominador de Los Lobos
Si hay algo que tienen en común los Lobos es esa inquietud, curiosidad e interés por el mundo que les rodea. Los cuatro componentes de este equipo llevan demostrando desde su debut en ¡BOOM! que saben mucho de todo. Pero, ¿cómo han conseguido ese nivel de conocimiento?
"Es el bagaje que llevamos de años y años de curiosidad", asegura Manuel. "Aunque seamos tan diferentes, lo que tenemos en común es que desde pequeños siempre nos ha picado el gusanillo de la curiosidad, querer aprender cosas y preguntarnos mucho por qué".
Y esa curiosidad ha ido más allá desde que están en ¡BOOM!: "Ahora veo preguntas por todas partes, las apunto, las recopilo y se las paso a mis compañeros".
Valentín, en cambio, se fija especialmente en los temas que le interesan, sus gustos, que a fin de cuentas es lo que mejor puede memorizar: "Hemos desarrollado una manera de estar en la realidad, pendientes siempre de qué podrían preguntar en el concurso".
La fama
¡BOOM!, Pasapalabra, Ahora caigo, La ruleta de la suerte…Por estos concursos diarios no paran de pasar valientes que buscan sacarse unas perrillas para poder darse algún capricho. Pero su buen hacer en el programa de Antena 3 les ha hecho convertirse en un activo fijo del formato, una marca fácil de identificar en la historia de los concursos.
Y es que ellos son auténticas celebridades, aunque les puede la humildad y prefieren escapar de este término.
"Nunca nos hemos sentido celebridades, al menos no tenemos esa sensación", afirma Valentín. Manuel, por su parte, se queda con la parte bonita de la fama: "Lo más bonito de todo es cuando se acercan padres con sus hijos porque ven el programa todos los días y están enganchadísimos. Ver que se está transmitiendo a las nuevas generaciones el gusanillo por aprender cosas es lo que me llevo de todo esto".
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y escritor. Me gustaría vivir en la película ‘Chicas malas’ y Russell Tovey lleva...