Especial
Carlos Núñez puede demostrar que entre el trap y la muñeira hay una conexión
Y aboga por la música celta como marca España
Los más jóvenes puede que no le recuerden porque aún no habían nacido, pero allá por el cambio de milenio sonó en las radio fórmulas de este país Carlos Núñez con su propuesta basada en las músicas tradicionales. Y es que desde que era un niño la gaita se convirtió en su mejor compañera de viaje. Y eso, viajar, lo ha hecho mucho.
Sus casi 30 años de carrera están plagados de idas, venidas, y experiencias que, unidas a la curiosidad e inquietud por conocer las raíces de su tierra, Galicia, le han convertido en un erudito de la música celta.
Ahora ha querido compartir sus conocimientos en La hermandad de los celtas, para inspirar a las nuevas generaciones. Para que recuperen esas raíces, las reinterpreten y lo peten tanto como Rosalía lo está haciendo con su flamenco.
Porque, expone que “acordes, armonías, cosas que ves en el pop británico, en el pop americano de hoy, en el rock, ya vienen de las épocas de los bardos con las liras hace 2000 años. Esto me lo llegan a decir hace tres años y me hubiera parecido una película total”.
Muestra su tristeza por el olvido que hay en España de las tradiciones del norte del país y reivindica una mayor difusión de esos orígenes que sólo se produce en una dirección. “Solo el flamenco tiene ese orgullo que sabe que cuenta con un género de probado éxito, tiene esa marca España. En cambio, en la música celta, tiene que construirse”, asegura.
¿Cómo es que la música pop suena tan celta y en cambio el pop español no suena así? Hace tres años no hubiera sabido responder a esa pregunta, hoy sí estoy en condiciones de hacerlo.
- ¿Por qué el pop español no suena celta y el anglosajón, sí?
Cuando hacías este libro, ¿en quién pensabas como lector?
Este libro está pensado para viajar en el tiempo y descubrir los orígenes de las músicas celtas sino para darle llaves e ideas a los creadores más jóvenes para que se inspiren de lo más nuestro. Veo artistas jóvenes que están casi ahí ya, por ejemplo, Rosalía. Está a punto a punto. Salvador Sobral anda por ahí. Amaia, la de Operación Triunfo. Un día la vi con la pandereta cantando una canción tradicional de su zona que le había enseñado su mamá o su abuela y no lo hacía nada mal. Aún no se ha producido ese salto que en otros países, sí. En Estados Unidos, vi en la ceremonia de los Oscar a Sting con una zanfona y Allison Kraus cantando una canción tradicional, una cosa muy bonita y diferente. Eso aún no se ha dado en España.
En uno de los capítulos lanzas una curiosa pregunta: '¿Os imagináis a Pablo Alborán o Alejandro Sanz haciendo algo de esto?
Es perfectamente posible, lo que pasa es que no lo han hecho aún. Los países que musicalmente mandan más, tienen una relación con sus raíces perfectamente actualizada. Te vas a Brasil y los grandes desde Milto Nascimento, Chico Buarque, Caetano Veloso, cualquiera de ellos ha cantado hasta un canto de bueyes. ¿Tú te imaginas a Sabina o Alejandro Sanz cantando un canto de bueyes? Eso aquí no se ha dado.
¿En el flamenco sí que han intentado fusionar más músicas?
En España hay una línea diagonal que coincide con el Atlántico y el Mediterráneo, con la gaita y la guitarra. En el centro está Madrid que fue ese punto de influencia mutua. Era norte y era sur. Pero es cierto que desde los años 80, Madrid se dejó conquistar por el flamenco completamente y se olvidó de su norte. Sería muy importante que Madrid recuperara el contacto con las tradiciones de este norte.
Pero al final en el mainstream, que lleva la batuta, no estamos acostumbrados a eso, ¿no?
Cuando vas a Inglaterra escuchas, 'no, es que todas las mañanas, a la reina de Inglaterra, le despierta un gaitero en el castillo de Valmoral durante el verano. ¿Tú te crees que a la pobre señora le despierte un gaitero con el kilt a las 8 de la mañana en el castillo de Valmoral? Es un guiño a Escocia. Yo he visto a James Cameron durante el referéndum de Escocia, los estaba conquistando con el cariño y apelando a todo lo que habían vivido juntos. Nada que ver con el ambiente que se vive actualmente con lo de Cataluña que es 'venga, a palo limpio'. Que Madrid esté mirando al sur y se haya olvidado del norte, eso también tiene consecuencias. Tiene que ser la capital de todos y estar a la altura. Cuando pones el programa de fin de año de Navidad, que es ese momento en el que salen las cosas importantes de tu país, siempre salga lo mismo. Y te lo dice un gaitero que su segundo disco lo hizo todo con músicos flamencos.
Hablabas antes de Rosalía que está reinventando el flamenco fusionándolo con el trap y está gustando. Pero tú crees que si Amaia hiciera lo mismo con sus tradiciones del norte, ¿conseguiría lo mismo?
¿Iba a decir alguien que un chico, hace 20 años, que tocaba la gaita, iba a vender un millón de discos? Nadie, ni en mi compañía discográfica.
Bueno, pero era el momento. Estábamos en una época apocalíptica de fin de milenio y la era tecnológica y la gente buscaba un anclaje a la tierra a través de sus tradiciones...
Lo del apocalipsis es cierto. Cuando grabé mi primera colaboración con The Chieftains, era 1989. Yo tenía 18 años. Grabamos para la banda sonora de La isla del tesoro, una película de Hollywood, de Charlton Heston. Vino Charlton Heston a una entrevista en televisión española y dijo 'música celta de España, es fantástico' y la señora de tve le miró diciendo '¿qué coño me está diciendo? Sr Heston, hablemos de toros y de flamencos'. Era demasiado pronto, la gente no estaba preparada para eso. Tuve que esperar a ese ambiente que llamas apocalíptico de final de milenio, con la new age, y con esa ola nos colamos por una rendija. Con la new age, la música celta se coló por una rendija. La gente estaba preparada para esa sensibilidad.
Pero se quedó ahí...
La moda fue tan fuerte que se consumió como una moda misma. Hay gente que me ve por la calle y me pregunta '¿sigues haciendo música, sigues haciendo conciertos?'. Sí, entre 100 y 150 al año, por todo el mundo, y por España la mayoría. 'Pero hacía mucho que no te veía en la tele', me dicen... es así, la gente tiene una idea muy superficial de la música celta (en España) y se quedó en los años 90.
Tú ahora pretendes que la música celta sea una marca España, ¿no es así?
¿Cómo hace alguien de esta zona norte del país para exportar su música? ¿La exporta como flamenco? ¿La exporta como pop? ¿La exporta como jazz? Lo que estoy haciendo es brindar la etiqueta 'música celta', que es una etiqueta de prestigio, que funciona por todo el mundo, para todas esas músicas.
Y para eso hace falta apoyo institucional...
Yo creo que el dinero público debería estar para que los más jóvenes puedan tener oportunidades de hacer giras con grupos más senior. A mí eso me cambió la vida, andar con los Chieftains, cuando con 18 años empecé a andar por el mundo con ellos y un día grababas con Sting, otro día con Sinead O'Connor, otro día conocías a Bob Dylan en Japón... eso a mí me cambió la vida. El poder aprender de aprendiz con grupos potentes internacionales. Que con dinero público se esté haciendo competencia desleal a la música tradicional no es sano, es destructivo.
De todas formas, el flamenco tiene a su Rosalía, ¿por qué la música celta no tiene a un artista que apueste por la renovación y con el que los jóvenes se identifiquen?
Es extremadamente difícil para una persona joven que haga música tradicional en nuestro país, salir en los medios. Lo fue y lo sigue siendo. Cuando yo conseguí romper el hielo y empezar a sacar discos y tener una compañía discográfica en España y todo esto fue porque fui a Estados Unidos y los críticos de allí me llamaban el 'Jimi Hendrix de la gaita'. Una vez que desde Estados Unidos saltó la liebre, España reaccionó pero España no estuvo desde el principio.
En tus ganas de aunar y encontrar un camino has encontrado, incluso, una conexión entre la muñeira y el trap...
No hay más que ver las letras, estudias el ritmo... Si quieres poner letra a una muñeira nova que es casi silábica, esas partes de improvisación que tiene el trap... El trap tiene varias partes en la forma de hacer la letra y la parte muñeirosa es tal cual. Digo en el libro que ¿será que en el fondo los latinoamericanos siguen teniendo el ritmo ternario español muy arraigado? En el mundo anglo manda el ritmo binario, el rock, el pop, es super mayormente binario. Tú escuchas LOS40 y el 99,9999 de las canciones son en binario y, de repente, en el trap aparece un 'tratratra' ahí metido casi con calzador en el binario y es una especie de rebeldía latina inconsciente, que sale el ternario español.
En Latinoamérica hay mucho orgullo musical por las tradiciones...
En España la gente sí que tiene orgullo con la comida, cualquier persona va a defender la comida de su lugar, con mucho orgullo. De la misma forma que un latinoamericano defiende su música.
O sea, que nos falta orgullo musical más allá del flamenco...
Creo que es evidente. España y Portugal, más allá del fado y el flamenco no han sabido reivindicar sus raíces.
Aunque, mencionabas antes, a Salvador Sobral no le fue mal en Eurovisión y él de esto entiende un poco.
Él tiene sensibilidad cuando invita a Caetano Veloso y hace músicas modales brasileiras, eso ya dice muchas cosas. Cuando he estado con Pablo Alborán me decía 'jo, Carlos, yo fui a tu concierto en Málaga, tenía 7 años, me llevaron tus padres y me encantó'. Yo le dije, 'Pablo, tú eres un maestro de los melismas', que es una forma de cantar que pone varias notas a una sílaba y que asociamos al flamenco pero, sin embargo, el melisma es super de las Cantigas medievales. Yo le decía 'Pablo, tu cantarías como nadie una Cantiga de Martín Códax, lo harías muy bien...¿no me digas? El fado sí he probado y mira...'... Sí que hay curiosidad y hay talento. Yo pongo a disposición de la gente las ideas y a ver qué pasa.
Lo que hace falta es que tomes las riendas y convenzas a Alejandro Sanz, Pablo Alborán, Amaia... para que hagan un disco de músicas tradicionales renovadas contigo...
Lo más bonito es que... caminante no hay camino...es precioso, lo más bonito es cuando quedan cosas por hacer. El problema es cuando ya está todo hecho.
Haznos ese disco...
¿A ti te gustaría?
A mí me encantaría.
Pues a lo mejor algún día.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...