Especial
Madonna podría ser la invitada de honor en el Festival de Eurovisión, ¿acierto o error?
Un multimillonario israelí-canadiense está dispuesto a pagar su caché
Parece que Israel está poniendo toda la carne en el asador para hacer que su Eurovisión se convierta una de las ediciones más aclamadas y recordadas de todas. Tanto es así que Y Net, un portal de noticias muy leído en Israel, ha asegurado que Madonna estaría a punto de firmar un contrato millonario para actuar en el Festival.
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Y Net dice que la Reina del Pop “ha expresado su deseo de venir a Eurovisión”, un deseo que podría hacerse realidad gracias al multimillonario israelí-canadiense Sylvan Adamsen. Se trata de uno de los filántropos y donantes más entusiastas de Israel, que llevó a cabo la aliyá a este país en 2015 y que ha donado 1 millón de euros a para pagar parte del caché de Madonna. Todo ello con el beneplácito y el total apoyo de la organización, la Corporación de Difusión Pública de Israel (IPBC).
En total costaría 1,5 millones de euros que Madonna se convirtiese en la gran invitada de honor de este Festival. Otro medio israelí, Wiwibloggs, fija en esta cifra el caché de la cantante para interpretar dos temas. Cueste lo que cuesta, todo apunta a que los organizadores e inversores están esperando a que este acuerdo se haga efectivo: todo vale con el objetivo de ver a Madonna en Tel Aviv el próximo 18 de mayo.
Al igual que lo hiciese Justin Timberlake hace un par de años, Madonna podría presentar un nuevo single en este Festival para llegar a una audiencia masiva que podría llegar a los 190 millones de espectadores.
¿A favor o en contra?
La presencia de Madonna en el Festival de Eurovisión es un acuerdo en el que ambas partes salen beneficiadas. Eurovisión tendría sobre su escenario a la Reina del Pop, muy posiblemente presentando su nueva música e, indudablemente, la atención y el reclamo que tiene este Festival se podría multiplicar gracias a su presencia.
Además, conseguir que Madonna pise Tel Aviv podría convertirse en una especie de triunfo para Israel y su gobierno, acusado de pinkwashing desde la victoria de Netta y país duramente criticado como sede del Festival por su conflicto con Palestina.
Para Madonna, el gran valor de actuar en en Tel Aviv, además de la ganancia económica, es el escaparate que supone Eurovisión: 190 millones de personas estarían pendientes de su show, espectáculo en el que puede presentar su nuevo single y convertirlo en un éxito inmediato. Vamos, un cohete promocional.
Sin embargo, la Reina del Pop podría encontrarse con dos obstáculos bastante molestos para su carrera: enfrentarse a todos aquellos que están en contra de que Eurovisión se celebre en Tel Aviv por el conflicto antes citado y, además, haber esperado a este año a actuar cuando en 2018 se celebró en Lisboa y es en Portugal donde actualmente reside Madonna.
A pesar de todo, no parece del todo descabellado que Madonna acepte el acuerdo visto lo que Justin Timberlake consiguió en 2016. El artista interpretó Can't stop the feeling! e hizo de este tema uno de los más importantes de ese año y de su carrera. Y sí, sumado a esto, bien es conocida la conexión de Madonna con la kabbalah, esa sabiduría y forma de vida antigua que tan relacionada está con la filosofía judía.