Especial
¿Sigue teniendo Yoko Ono la culpa de todo?
La artista japonesa sigue custodiando el legado de John Lennon mientras convive con la polémica sobre su influencia en la separación de los Beatles
Mientras sopla las 90 velas de su cumpleaños, seguramente Yoko Ono tendrá que seguir soportando un fuerte pitido en los oídos, ese que lleva cinco décadas oyendo y con el que ya ha aprendido a vivir. Es ese pitido que surge cuando alguien asegura que ella fue la culpable de la separación de los Beatles. Incluso Def Con Dos en los noventa ponía letra a un sentimiento tan arraigado como la beatlemanía: “La culpa de todo la tiene Yoko Ono y el espíritu de Lennon que le sale por los poros”.
Durante muchos años, e incluso para muchos hoy en día también, Yoko Ono fue la culpable de la separación del grupo musical más famoso de la historia. La relación entre ambos en los últimos años 60 era omnipresente, tan intensa que acabó rompiendo una regla de oro de los Beatles a la hora de ensayar y grabar sus canciones, y es que a pesar de eran completamente privadas, Yoko Ono acabó acompañándolos como una más. De hecho, llegó a instalar una cama en el estudio del grupo.
Las fricciones no se hicieron esperar: Si bien Ringo Starr era el más tolerante con ella, George Harrison no ocultaba su malestar siempre que podía y Paul McCartney le declaró la guerra abiertamente, contraatacando de forma clara llevando también a su novia en aquel momento, la fotógrafa Linda Eastman.
En 1969 el grupo se separó para siempre. ¿Fue Yoko Ono la causa? Sin duda, constituyó un factor de discordia, pero había muchos más factores que hicieron inevitables esta disolución. Mucho tuvieron que ver los enormes egos de los cuatro de Liverpool, que en todo momento chocaban entre sí como enormes asteroides cruzándose en el espacio, además de los diferentes caminos musicales que querían tomar. Pero, a veces, lo más fácil es culpar a un agente externo de todo lo que sucede, y los fans del grupo pronto vieron a Yoko Ono como ese intruso que comió la cabeza a John Lennon.
Según diferentes biografías, Lennon ya llevaba tiempo experimentando con Yoko Ono antes de que los Beatles separaran definitivamente sus caminos, una fecha oficialmente fijada con la salida, el 10 de abril de 1970, del primer disco en solitario de Paul McCartney. "Fui un blanco fácil y una cabeza de turco, escribieron sobre mí de forma poco halagadora, también de John y de mucha gente, pero fue la prensa la que creó la imagen. Era lo fácil, convertir a una mujer en una especie de ser malvado con poderes malignos", explicaba Ono en una entrevista en 1996.
En una de sus últimas entrevistas promocionales, Paul McCartney confirmó que la presencia constante de Ono podía ser agobiante, ya que era “un poco intrusiva”, pero rescata el gran vínculo que existía entre su amigo y aquella mujer: “cuando miras atrás te das cuenta de que el chico estaba completamente enamorado de ella y tienes que respetar eso”.
Un amor a primera vista
Yoko Ono nació 1933 en Tokio, en el seno de una familia aristócrata. Pronto se interesó por el arte y emigró a Estados Unidos, donde ingresó en los movimientos vanguardista y conceptual que tanto le fascinaban. En 1966, Yoko conoció a John en una exhibición de arte que ella misma había organizado en una galería de Londres. Cuenta la leyenda que al beatle le llamó la atención la obra ‘clava un clavo’ en un marco vacío, pero como ella le exigió pagar, él propuso una moneda imaginaria a cambio de clavar un clavo imaginario.
Fue un amor a primera vista. Por aquel entonces, los Beatles dejaron de girar, viajaron a India en busca de un camino espiritual y entraron en su fase musical más creativa. Eran las circunstancias ideales para John, en un momento en que Paul empezaba a liderar el grupo, de salirse de los moldes establecidos.
En 1968, Revolution 9 del Álbum Blanco ya manifestaba un cambio notable en la forma de hacer música del cuarteto. Aunque estaba firmada por Lennon y McCartney, realmente era un collage de sonidos ideado por John y Yoko y un preludio de lo que estaba por venir. Ese mismo álbum fue la primera y única vez en que aparecieron voces femeninas en canciones de los Beatles: Yoko canta en el tema The Continuing Story of Bungalow Bill.
Tanto George como Ringo abandonaron temporalmente el grupo, pero John fue el primero en manifestar su deseo de tomar su propio rumbo, algo que muchos consideraron se debía a la influencia de Yoko. Al final fue Paul quien decidió romper la sociedad, cosa que irritó profundamente a John, que hubiera querido ser quien pusiera fin al grupo que él mismo fundó.
Mientras John se retiró de la música y se dedicó a cuidar a su hijo, hasta 1980 Yoko se ocupó de las finanzas del millonario ex beatle. Aunque no faltan las voces que la culpan de seguir ganado dinero con la obra de su fallecido marido, cualquier artista con una carrera similar a la de Lennon lanzaría nuevos discos remasterizados con inéditos o ensayos. Esa es una de las tareas de Yoko Ono: custodiar la obra de Lennon.
Desde el asesinato de Lennon, la viuda ha doblado el patrimonio que Lennon le dejó, unos 356 millones de dólares que incluían los derechos de muchas canciones. Sin embargo, los defensores de Yoko Ono recuerdan que, antes de ser la 'mujer de' fue una artista que revolucionó el arte en su Japón natal y demostró a todos su increíble talento.
A sus 86 años, Yoko Ono es hoy la viuda más famosa del mundo, además de una artista que sigue experimentando, publica interesantes aportaciones musicales y se ríe de todos sus haters, como hizo con el disco I Am a Witch (Soy una bruja) y se deja ver en multitud de exposiciones y performances.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic