Alba Messa: “Deberíamos juzgar menos y empatizar más”
Hablamos con la cantante sobre su último disco 'Con todas las consecuencias'
La naturalidad con la que se expresa Alba Messa es, al mismo tiempo, el rasgo que hace que sus palabras te lleguen hondo. La cantante y compositora habla haciendo un doble ejercicio de sinceridad hacia la persona que escucha y hacia ella misma. Con todas las consecuencias.
Ese es también el título de su primer LP, que estrenaba el pasado 22 de febrero junto a un manifiesto en el que explicaba de primera persona las causas y consecuencias de haberse sumergido en el proyecto que ha tenido como resultado Con todas las consecuencias. Dentro del proceso, su autora no solo se ha enfrentado a nuevos retos técnicos, sino que también se ha mirado al espejo quitando de sus ojos ese velo que la sociedad nos pone nada más nacer y que provoca que creemos prejuicios y estereotipos hacia el resto y hacia nosotros o nosotras mismas.
Por ello, no es de extrañar que hablar con Alba sea a la vez una conversación y un ejercicio de autoexploración y autocrítica. Su música tiene ese carácter universal que solo puede alcanzar un trabajo que parte de la tolerancia, la empatía y el espíritu de lucha.
¿Qué cambios técnicos o logísticos has experimentado en este disco respecto al anterior?
Alba: Sobre todo he aprendido mucho más sobre producción. Había sonidos que yo ya quería en el EP anterior y no conseguí porque no sabía bien cómo transmitirlos y llevar a cabo ese proceso. Otro cambio también ha sido que para este trabajo he hecho mis propias demos en programas de ordenador. Antes solo componía con piano y guitarra, ahora entiendo mucho mejor qué hay que hacer para darle forma a una canción.
¿Y a nivel personal?
A: Creando este disco he tenido muy presente el confiar en mí misma, que es algo a lo que no estaba acostumbrada. Me he dado cuenta de que si algo me puede diferenciar es responder a mi propia esencia. Si alguien me decía: “Alba, esto quizás quedaría mejor de otra manera”, lo que respondía era: “confía en mí”. No es que haya estado cerrada a aceptar comentarios, ha sido un trabajo en equipo. Pero hay cosas que yo sentía que tenían que ser así. He defendido lo que yo tenía dentro. De eso estoy muy orgullosa porque me he enfrentado también a pensamientos propios que provienen de miedos, juicios, ideas preconcebidas…
¿Cuáles han sido tus fuentes de inspiración a la hora de crear las canciones del disco?
A: Todas las historias que cuento en las letras están basadas en mí: en mi experiencia, en mi imaginario, en lo que me rodea. Todo parte de mí. En cuanto a la parte musical, la inspiración me viene de dentro. De mi interior. No sé explicarlo de otra manera. De pronto siento que las cosas tienen que sonar de una manera.
Una de las consecuencias de ser tú misma es aprender a expresarte con sinceridad y dejar de responder a lo de los demás.
¿Cuáles son “todas las consecuencias” de ser una misma?
A: Hay muchísimas. Pueden ser desde consecuencias como tener que alejarte de personas que creías que te hacían bien pero luego te das cuenta de que no. También expresarte con sinceridad y dejar de responder a lo de los demás. Poder decir “esto no me gusta”, a pesar de ser lo que le gusta a todo el mundo. Y por supuesto enfrentarte a las creencias que tienes sobre ti misma, romper con lo que le habías hecho creer a los demás que eras. Tenemos muchos programas implantados. Nos creemos que somos libres , pero ¿cuánto de eso es verdad? Nacemos con muchas ideas preconcebidas a las que nos tenemos que enfrentar.
Y todavía más las mujeres…
Claro. Las ideas que tenemos de cómo es una mujer son una barbaridad. También lo he vivido dentro del proceso, el ver que hasta yo misma me había colocado ideas sobre lo que es ser una mujer o cómo tiene que ser una chica. Luego me he dado cuenta de que ni yo soy así, que es algo que me han dicho pero que no cuadra conmigo. Y no por eso dejo de ser mujer, ni femenina.
Yo creo que, aun así, de tus canciones siempre se desprende una enseñanza positiva. ¿Te consideras una persona optimista?
A: No sé si soy una persona optimista, pero desde luego no soy pesimista. Trato de no ser víctima. Claro que en las historias de desamor que cuento hay muchísimo dolor, pero al final creo que en todo hay aprendizaje. Y creo que eso sí que se refleja. Por ejemplo, en Fantasma hablo de algo que a mí me hizo muchísimo daño, pero al final le digo adiós y lo que aprendo es que me tengo que respetar a mí misma. Intento no ser víctima de las circunstancias y seguir adelante.
Y hablando de canciones. En Rebelión llamas a la gente a movilizarse por lo que creen que es más justo. En tu caso, ¿en favor a qué causas te sueles manifestar?
A: Soy una persona con bastante empatía, con lo bueno y malo que conlleva. Por ejemplo, con los animales empatizo muchísimo. Creo que los demás seres vivos tienen el mismo derecho a vivir que las personas. Pero en general empatizo con todos los sectores discriminados, que creo que es con quien hay que empatizar. Lo que está claro es que deberíamos juzgar menos y empatizar más.
De hecho, en tu canción Valiente también hablas de que tenemos mucho que aprender de los animales.
A: Sí, Valiente es una canción dedicada a mi gato Sugus. Él es la razón por la que sigo haciendo música. Él tuvo una enfermedad terrible que actualmente no tiene cura, y ver su lucha me ayudó a salir de una situación muy tóxica en la que estaba llena de miedos, de autocrítica y con una autoestima de mierda. El ver como estaba luchando por su vida me hizo pensar: “¿cómo no voy a luchar yo por un sueño?”
La música es una bala muy importante y cuando se utiliza para lanzar mensajes buenos la laborar que se hace es enorme y maravillosa
¿Crees que todos los artistas deberían estar comprometidos en su música con las causas sociales que les rodean?
A: Creo que es una decisión personal y depende del tipo de músico o artista que quieras ser. Al mismo tiempo, creo que la música es una bala muy importante y que cuando se utiliza para lanzar mensajes que son buenos para la gente la labor que se hace es enorme y maravillosa. Por supuesto también hay música peligrosa en cuanto al contenido. Y luego también hay muchas canciones cuya intención es meramente lúdica y son estupendas para bailar y hacer que la gente se sienta bien en el momento. Eso depende de cada uno.