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Cuatro cosas que no debes hacer si te vas de viaje
Nuestros andayeros han comprobado lo que pasa en sus propias carnes
undefinedLuis M. Ortiz
Todavía estamos en el mes de marzo pero muchos ya estamos con la cabeza puesta en las vacaciones. Aunque hay a quién lo del último minuto le funciona bien, nosotros preferimos planearlo (casi) todo para así disfrutar también de la preparación. Claro que las vacaciones, como hemos oído esta mañana en Anda ya, no siempre salen como esperábamos.
A las cancelaciones de vuelos, al mal tiempo, a las huelgas o sucesos naturales que puedan acontecer hay que sumarle esos imprevistos que todos hemos sufrido en nuestras propias carnes.
Sin embargo, si tienes en cuenta estas cuatro cosas, probablemente tu viaje te vaya a las mil maravillas.
No intentes 'racanear'
No suelen funcionar y menos si uno va en plan parejita. Cenar fast food y 'colarse' en el cine tiene un pase si tienes 14 años. Pero si quieres una escapada romántica que termine bien, tendrás que tener un poco de manga ancha con el presupuesto.
Isaac, de Valencia, es un buen ejemplo: "Dedidimos darle una sorpresa a nuestras esposas e invitarlas a un concierto de Bisbal en Mallorca. Nosotros nos quedábamos esperando fuera del concierto y cuando se acabara el concierto íbamos a dar una vuelta por la ciudad. No teníamos hotel. Cuando acabó, nos fuimos a cenar, pero al ir a dar una vuelta era la 1 de la madrugada y no había nada abierto. Fuimos recorriendo hoteles y mirando precios pero eran inasequibles. Intentamos ir a un centro comercial pero nos dimos cuenta que no íbamos a poder dormir. Un chofer de autobús nos dijo que por un euro podíamos viajar todas las veces que quisiéramos. Así que pensábamos que si no nos bajábamos no tendríamos que pagar más".
Hay que estar muy enamorado para que tu pareja te tenga en un autobús dando vueltas por una ciudad con una toalla como manta...
Adaptarse al entorno
El refranero español dice eso de "donde fuéres haz lo que viéres", es decir, trata de adaptarte al entorno que visites. Si viajas a los Países Bajos, intenta dejar aparcado el coche y coger la bici.
Y si te vas de safari a ver a los animales así en plan familiar, recuerda que ellos (casi) siempre tienen hambre. Evita llevar comida encima o lo pagarás.
"Me fui de Safari, mi sobrino me pidió algo de comer porque tenía hambre y yo le di una rosquilla. Hice efecto Jumanji: jirafas, cabras, cebras..." nos contó una oyente.
En muchos países tienen costumbres que seguro te encantará descubrir. Lo que seguro que no te molará es que un oso se coma tu merienda.
El idioma, fundamental
Suena a petición descabellada pero hay que intentar enriquecer un poco la experiencia del viaje dominando algo el idioma del país al que uno va...
Sería imposible conocer los idiomas de todo el planeta pero al menos algunas palabras básicas para hacerse entender servirán. O quizá te puedas meter en un lío gordo.
Como Saúl: "Fui a ver a una ex pareja que estaba trabajando en Francia y cuando volvía me cambiaron de terminal. Con las prisas y la lluvia fui de los últimos del control y con el despiste dejé la maleta en la cinta y se la tragó. El control estaba lleno de militares y la del control me hablaba en francés preguntándome algo que no entendía. Yo le pedía que me hablara en inglés y no nos entendíamos. Los militares se acercaron y me gritaban algo que no entendía. Una chica se acercó y me dijo que lo que me estaba diciendo es que me tirase al suelo. No me acordaba que mi ex pareja me había dado unos quesos pequeños y en el control no sé qué se pensaron que era...".
Las comodidades o incomodidades
Normalmente uno tiene en la cabeza una imagen idílica de su viaje y a veces el país que uno visita es muy diferente al de su procedencia. Ahí entran en juego las comodidades y las incomodidades que uno esté dispuesto a aceptar (y que curiosamente suelen ir también en función del presupuesto).
"Nos fuimos cuatro amigos a Mongolia y estuvimos durmiendo en yurtas, una especie de tiendas de campaña pero algo más estables y con una ventana en el centro. Por la noche con la luz dada se llenaba de bichos y tenía que dormir con un foulard en la boca para que no se metieran bichos en la boca" nos contaba una andayera.
¡Felices vacaciones a todos!
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005