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‘Leaving Neverland’ da mucho que pensar sobre Michael Jackson
Hemos visto el documental y tenemos más preguntas que respuestas
Uno no sabe qué pensar cuando apaga el televisor tras ver Leaving Neverland. El documental de HBO, que en España podemos ver a través de Movistar +, te deja una sensación extraña en el cuerpo. Cuando las dos presuntas víctimas relatan de manera muy gráfica lo que pasaba cuando se quedaban a solas con el rey del pop teniendo solo diez años, te alejan del genio musical que era Michael Jackson y te acercan al supuesto comportamiento de un loco depredador sexual: un pedófilo que se aprovechaba de los niños. ¿Creer o no creer a las víctimas?
Dan Reed, el director del documental, tenía clara su intención: describir el patrón de comportamiento de un abusador de menores. Su manera de chantajear, dar regalos a los niños y presionar a las familias, encajan perfectamente con el perfil que describe de Michael en el documental. ¿Por qué con Michael? Quizá porque, al ser una figura conocida, llegaría más a la gente. Quizá, por el morbo. Quizá, porque ahora, que no puede defenderse, es más fácil para las presuntas víctimas hablar. De hecho, el director asegura que no es una película en contra de nadie, sino a favor de unas victimas calladas durante años por la vergüenza. Lo único que nosotros tenemos claro es una cosa: el documental ha divido al público entre los que siguen defendiendo al intérprete de Thirller y los que han dejado de escucharlo.
Nosotros hemos sacado cuatro puntos clave tras ver el documental:
Todo el mundo de su alrededor aseguraba que Michael Jackson era como un niño pequeño y por eso le encantaba rodearse de ellos. Solo había que ver su rancho Neverland para comprobarlo. Muy pocos adultos sueñan (y tienen dinero) para tener su propio parque temático en casa.
Pero en Leaving Neverland se describe aquel lugar como la mismísima casa de Chocolate de Hansel y Gretel: un sitio lleno de encantos pero cuyo objetivo es engatusar a los niños y acabar aprovechándose de ellos. ¿Era Michael una de las personas más amables del planeta regalando experiencias de ensueño a familias o había algo oculto detrás de sus buenas intenciones?
Es verdad que cuando uno ve Leaving Neverland no puede evitar preguntarse “¿por qué ahora han decido hablar?”. Es verdad que Jackson estuvo en los tribunales en dos ocasiones por este tipo de acusaciones. De ambas salió absuelto por falta de pruebas. en uno de los casos llegó a un acuerdo con la familia de Jordan Chandler, uno de los niños que iba a delcarar.
Los chicos que aparecen en el documental son Wade Robson y James Safechuck. Ya adultos, hablan de los supuestos abusos sexuales que Michael hizo con ellos. El primero era un bailarín de siete años que ganó un concurso; el segundo, el protagonista de los anuncios de Pepsi.
Según el documental, Michael se encaprichaba de ellos, se metía dentro de las familias para ganar su confianza y terminaba teniendo una relación con aquellos niños. Porque sí, lo que se describe en documental es una especie de relación de pareja entre un señor de treinta años y un niño de diez: hablaban largas horas por teléfono, compartían cama y hacían planes. Porque, tal y como describen la situación Wade y James, Michael se comportaba con ellos como si fuese un noviazgo. De hecho, James describe la sensación que tenía de aquella época como un “enamoramiento”.Un momento del documental que te deja perplejo. Y esto nos lleva al siguiente punto.
Por qué en Leaving Neverland los padres no hacían nada. Veían esos comportamientos y callaban o preferían ver otro sitio. Más impresionan las declaraciones de la madre de Wade Robson que, aunque solo conocía a Michael Jackson en persona desde hacía cuatro horas, no tuvo problema en dejar a su hijo con la estrella del pop a solas en Neverland durante cinco días. En el documental alega que “era el sueño de su hijo”y "¿qué madre no dejaría a su pequeño con su superhéroe?" Que sí, que una estrella puede llegar a cegar los pensamientos racionales de una persona normal, pero ¿tanto como para dejar a tu hijo de siete años con un desconocido? La idealización del ídolo puede hacer que las personas crean que conozcan a alguien, que sepan cómo es y que confíen ciegamente en esas personas.
La misma madre asegura ante la cámara que “podría perdonar a Michael Jackson por lo que hizo, pero nunca se perdonará a sí misma”. Leaving Neverland, a través de los testimonios de los familiares, muestra a un Michael Jackson que alejaba a sus víctimas de sus familiares a través de chantajes emocionales.
El daño ya está hecho. Todo el mundo está hablando de Leaving Neverland, cuestionando su credibilidad y separando al mundo del espectáculo en dos: los que creen a las víctimas y los que defienden a su ídolo, convertido en leyenda tras su muerte. En radios de Australia y Nueva Zelanda ha dejado de sonar, Los Simpson ya no emiten el episodio donde colaboró y Drake ya no quiere cantar la colaboración que tiene con él. Leaving Neverland está dando que pensar: ¿era un monstruo Michael?.
Pero más allá de este debate, está uno más complicado: ¿hay que separar a la persona de su obra? Nosotros solo tenemos preguntas tras ver Leaving Neverland y ninguna respuesta clara.
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...