¿Quién era la ‘Flaca’ a la que cantaba Andrés Calamaro?
Se cumplen 25 años del número 1 de LOS40 del tema más importante del cantautor, con el que llegó al éxito en solitario después de Los Rodríguez
Flaca fue un tema clave en el reinicio de la carrera en solitario de Andrés Calamaro en 1997, cuando Los Rodríguez bajaron el telón. Su musa es Mónica García, la mujer con la que el argentino se casó en secreto en 1992 y cuyo nombre tiene tatuado en el antebrazo. A pesar de su origen tormentoso, Calamaro habla así de este tema: "está dentro de las canciones que más me gustan... nunca me había acercado tanto a la perfección".
Durante 11 semanas permaneció Flaca en la lista de LOS40. El single de Andrés Calamaro, el segundo de su quinto álbum en solitario Alta suciedad (1997), alcanzó la posición máxima el 28 de marzo de 1998, ocho semanas después de haber entrado en listas.
Alta suciedad fue el álbum que marcó el reinicio como solista de Andrés Calamaro una vez que Los Rodríguez bajaron el telón. No era el primer trabajo del argentino en solitario. Ya había grabado cuatro LPs en Argentina en los años 80 sin repercusión para gran parte del público. Publicado en septiembre de 1997, el quinto disco del artista bonaerense contenía 14 temas de su autoría y una versión.
Cuando Calamaro terminó la gira de Los Rodríguez con Sabina, se volcó en su estudio casero a grabar en Madrid "a razón de una canción por día (...) de la primera serie de canciones fueron Crímenes perfectos, El tercio de los sueños y Comida china; y de la siguiente temporada de maquetas aparecieron Flaca, Loco y Todo lo demás (...) es verdad, hay un antes y un después de Alta suciedad".
Si este disco supuso el arranque de una nueva etapa en la trayectoria como solista de Calamaro, Flaca fue el corte más representativo de ese momento, además de ser su mayor éxito radiofónico y de ventas.
Calamaro explica que la letra de Flaca refleja la parte negativa de una relación, todo lo que se dice que no es verdad, que no es honesto. Y aquí se incluye la infidelidad, decir "te amo" cuando no es así: "puede entenderse como la sarta de mentiras inocentes que uno dice por amor, querer decir una y terminar diciendo todo lo contrario. ‘No me mientas, no me digas la verdad’ es una parte de la canción”.
La parte musical de la canción es lo más importante: "es lo mejor que tiene la canción… tiene un desarrollo instrumental con muy pequeños movimientos porque gira sobre la misma armonía, es monótona y al final tiene un cambio en la armonía que se vuelve un poco más compleja dentro de los mismos acordes (…) para mí es una canción que tiene más importancia en lo musical que en lo lírico".
En Rolling Stone, Calamaro contó cómo grabó Alta suciedad y los detalles de cinco de las quince canciones del disco. Esto es lo que contó de Flaca: "Es de la misma época que Loco, es posible que las haya grabado originalmente en dos días seguidos o la misma semana. En Nueva York grabamos con Charley Drayton que le dio mucho oxígeno invirtiendo la figura del bajo. Allá puse la melodía final que camina sola según ciertas alteraciones en los acordes. Cuartas, novenas, épico o con cierta solemnidad muy oportuna. Tiene una estructura muy original, nada estándar para una canción de esta especie, con algún registro de R&B".
Calamaro se inspiró en Mónica García para escribir Flaca. En el libro 'Quién es la chica - Las musas que inspiraron las grandes canciones del rock argentino' de los periodistas Agustina Larrea y Tomás Balmaceda, se explica: “Elusiva y misteriosa, la historia de Mónica García se puede reconstruir a partir de datos sueltos encontrados en entrevistas, notas y algunas pocas fotos publicadas en la década del 90. Sin embargo, o quizás precisamente por este misterio, su figura se convirtió en una verdadera leyenda en el ambiente del rock. Nadie sabe cómo conoció a Andrés Calamaro, pero sí que se casaron en secreto en 1992, en España, donde el argentino se había refugiado luego de que la carrera solista que había arrancado tras su partida de Los Abuelos de la Nada no lograra la repercusión esperada. Luego de vivir en un modesto edificio de Chueca (…) los primeros éxitos de Los Rodríguez le permitieron mudarse junto a su amor a un departamento mucho más cómodo, en donde la pareja convivía junto con sus gatos Tyson, Sinatra y Babar. Además de esposa y confidente, Mónica se convirtió en manager de Calamaro, quien se tatuó su nombre en el antebrazo”.
Los problemas en la pareja surgieron cuando Charly García, amigo de Calamaro, llegó a Madrid y se cruzó en la relación. Charly y Mónica empezaron a trabajar juntos en Say no more, el disco del ex Sui Generis. Los rumores de romance entre ambos enfadaron a Calamaro y se produjo un sonado cruce de acusaciones mediáticas. Tal y como se puede leer en 'Quién es la chica': "En medio de estos conflictos, y cuando aún tenía esperanzas de recuperar el amor de su amada, apareció "Flaca"... De su mano, 'Alta suciedad' vendió medio millón de copias".
Larrea y Balmaceda concluyen su relato sobre Flaca: "A pesar de este origen doloroso, Calamaro jamás renegó del himno que lo consagró popularmente. Está dentro de las canciones que más me gustan (...) En realidad yo no soy tan bueno como dicen, pero nunca me había acercado tanto a la perfección. Es un soft pop, a media luz y a doble voz de fumador disfónico y seductor surrante".
El videoclip de Flaca, con más de 100 millones de reproducciones (en 20 años) es el más visto y representativo del artista bonaerense. Está dirigido por Diego Kaplan. Entre las protagonistas del clip de Flaca, figuran las modelos Lara Bernasconi, y la uruguaya Patricia Wolf quien contó en una entrevista a 'El Observador TV' (en 2015) que nunca le pagaron: "Tenía 23 años. Hice un casting (…) me eligieron y después, durante el rodaje fui una de las que pegó más onda con él (…) la cámara iba rodando todas las situaciones (…) era una época difícil de Calamaro, consumía muchas drogas, estaba como en otro nivel, pero un talento. Para mí, hacer esa canción fue como un regalo, porque me encanta la canción... hoy en día amo esa canción por más que no me hayan pagado (...) lo perdono al artista porque amo su trabajo. El director era Diego Kaplan.
Alta suciedad superó todas las expectativas. Con este quinto disco en solitario, Andrés Calamaro demostró que estaba en su mejor forma como compositor: tuvo siete singles con ventas millonarias que alcanzaron el estatus de clásicos. El propio Calamaro reconoce que las canciones de Alta suciedad pavimentaron "un camino de giras y gloria": "Es verdad, hay un antes y un después de Alta Suciedad (como de muchas cosas) en mi vida, pero había que esperar otros remolinos para finalmente salir a cantar estas canciones para el generoso público hispano americano… Y veinte años (la nada, según Carlos Gardel) para saludar este formidable aniversario de la publicación de Alta Suciedad".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop