Estas son todas las polémicas de Eurovisión 2019
Como cantaban Miki y Natalia en su canción candidata: ¡Nadie se salva!

Miki rodeado de María y Natalia cuando se convirtió en el representante de España / Europa Press Entertaiment/Getty
Eurovisión y polémica son dos palabras que siempre van de la mano. Ya sea por las letras de las canciones, por la pinta de los representantes o porque el Festival tiene casi el mismo número de amantes que de detractores. Pero lo que está claro es que esta edición nos ha dejado una buena lista de situaciones que han creado controversia. ¡Atentos! Os las contamos todas.
La primera polémica que acecharía Eurovisión 2019 ya comenzó en cuanto Netta Barzilai se proclamó ganadora con su tema Toy en Lisboa. Eso significaba que Israel iba a ser el anfitrión, una decisión que no gustó a todo el mundo por la situación política del país y su conflicto con Palestina. De hecho, han sido varios los intentos de boicot al festival y se han sucedido las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino.
Cuando Operación Triunfo 2018 finalizó con Famous como ganador, aún teníamos una nueva oportunidad para disfrutar de los concursantes: La gala para escoger la canción que nos representaría. María, Alba Reche y Natalia habían mostrado su descontento por acudir a Eurovisión 2019 pero para sorpresa de María su canción Muérdeme partía como la clara favorita.
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Entonces, los fans de La Mari iniciaron un movimiento en redes para disuadir a la gente de votar por Muérdeme. No sabemos si fue por esto pero, ¡funcionó! Quedó segunda, Miki se alzaba como ganador con La Venda y todo salía a pedir de boca. Todavía recordamos el "Hasta luego, Mari Cármenes" de Natalia, que respiraba aliviada.
Pero más allá de nuestras fronteras el ambiente también está caldeado. Cuando se conoció el precio de las entradas de Eurovisión 2019, que oscilan entre 121 y 480 €, se desató una auténtica revolución. "¿Se puede vivir sin un riñón?" se preguntaban los eurofans ante los desorbitados precios. Además, otro motivo de enfado es que el recinto de Tel Aviv donde tendrá lugar tiene un aforo de 7.000 personas. En Lisboa, el año anterior, cabían 20.000.
Luego llegó el abandono de Ucrania. Maruv ganó la preselección en el país del Este pero posteriormente se negó a firmar el contrato de la cadena pública ucraniana por considerarlo abusivo. Se le prohibía acudir a Rusia a dar conciertos, ambos países están en conflicto por Crimea, tampoco podía hablar con periodistas sin consentimiento previo lo que para ella era un ataque a su libertad de expresión. Maruv se sentía una herramienta política y decidió abandonar. Ucrania no encontró otro representante así que no le quedó más remedio que retirarse de Eurovisión 2019.
Y por último están las polémicas en torno a los participantes. Islandia lleva la apuesta más arriesgada: mucho cuero, cadenas y jaulas. Se trata de Hatari que se define a sí mismo como "un grupo de BDSM industrial". Si tenemos en cuenta que BDSM son las siglas para denominar una práctica sexual que abarca: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo, ya entendemos el porqué de su estética. Además, vienen a cantarnos Hatrid mun sigra (el odio prevalecerá).
También el representante de Francia Bilal Hassani ha recibido críticas por su orientación sexual y por su origen racial. Ha sido tal el aluvión de amenazas e insultos que ha tenido que interponer denuncias ayudado por las ONG francesas que combaten la homofobia.
Como se suele decir, ¡la polémica está servida!












