‘My Sharona’, la historia de amor detrás de la canción de The Knack

Doug Fieger, el guitarrista de la banda, escribió hace 40 años la canción a una chica de la que se enamoró en una tienda

Para muchos, los 70 siempre serán recordados como una verdadera primavera musical, en la que diferentes vanguardias se encontraban en los escenarios con nombres como The Beatles, Pink Floyd, Bob Marley o Deep Purple. En este contexto, una nueva corriente llegó con intención de imponerse: el llamado ‘power pop’, una tendencia que aprovechó la llegada de la new wave y el punk.

Entre esas nuevas bandas que llegaron con esas guitarras contundentes, destacaron The Romantics o Cheap Trick, pero una por encima de las demás, The Knack. Y no podríamos hablar de ellos sin hablar de la canción que los catapultó a la fama mundial: My Sharona, en 1979. Un tema que llegó a lo más alto de las listas de éxito en tan solo tres semanas y que tiene detrás una curiosa historia de amor bastante desconocida.

La formación original estaba formada por cuatro nombres: Doug Fieger, cantante y guitarra, Berton Averre, guitarra solista, teclados y coros, Prescott Niles, al bajo, y Bruce Gary, batería y percusión. Fieger sería el germen que unificaría al grupo y reclutaría a los otros tres. Así nació, a finales de los 70, de la mano, de Averre, ese riff tan maravilloso de guitarra de My Sharona, aunque permaneció mucho tiempo guardado en un cajón esperando una buena excusa para incluirlo en una canción.

La inspiración llegó, como suele pasar en estos casos, a través de un flechazo. El músico conoció a una joven dependienta en una tienda de ropa en Los Ángeles y el tiempo se paró. “Fue como si me dieran un golpe en la cabeza con un bate de béisbol. Me enamoré de ella al instante. Y cuando sucedió, se me encendió una chispa y comencé a escribir un montón de canciones frenéticamente en un periodo corto de tiempo”, así recordaba Fieger la sensación al conocer a esta chica, llamada Sharona.

No dejaba de rondar en la mente del cantante: “Cuando pensaba en Sharona, se me venía a la cabeza el riff de Berton”. De esta manera, los colegas se juntaron y decidieron sacar adelante una canción con el solo de guitarra y la letra que Fieger estaba componiendo a esa dependienta por la que perdió la cabeza. Según Doug, solo le llevó quince minutos escribir la letra: “Yo tenía 25 años cuando escribí la canción. Pero la escribí desde la perspectiva de un chico de 14 años. No es más que una canción sincera sobre un niño de 14 años”. Una canción tan directa y dirigida a una persona especial solo podía tener un título: ‘My Sharona’.

Doug le echó valor e invitó a Sharona a un ensayo de la banda, y ella no daba crédito a ser la protagonista de una canción como esa. Un año después de su primer encuentro, la joven cedió al cortejo y comenzó a salir con Doug. A su vez, My Sharona se convirtió en la canción más exitosa de 1979, consiguiendo ser número de ventas y de radios durante semanas.

Sharona fue también fotografiada para la portada del single, en la que sostenía el primer álbum de The Knack, un verdadero pelotazo en la época. El sello Capitol Records no había lanzado un debut de semejante éxito desde comienzos de 1964, cuando probaron suerte con unos entonces desconocidos llamados The Beatles. Pero entre los millones de copias despachadas no todos sabrían entonces que la chica de la portada era la Sharona de la canción.

En este caso, sin embargo, el éxito de la canción fue más duradero que el amor entre los protagonistas. Mientras que My Sharona continuaba en las cima de todas las listas de popularidad, el alcohol y los excesos a los que se había rendido Doug, presa de la fama, hizo que la química entre ambos se acabara a los tres años de conocerse. Cuando la prensa le preguntó la razón, respondió que había llegado el momento de convertirse en su propia Sharona, y no la de ningún otro.

Doug Fieger siguió en la música sin tener un éxito tan potente y murió en 2010 víctima de un cáncer de pulmón. Por su parte, Sharona Alperin cambió de vida y se dedica a trabajar en una inmobiliaria en la ciudad de Los Ángeles. “Aún en la actualidad y en ocasiones, la canción de Doug me ha abierto las puertas con mis clientes”, ha dicho en alguna ocasión.

Sharona Alperin, la musa de The Knack.

Sharona Alperin, la musa de The Knack. / Brian Vander Brug/Los Angeles Times

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