'Men in Black: International': Una entretenida pero prescindible secuela veraniega

Ya hemos visto uno de los estrenos más esperados

Cuando se anunció que Chris Hemsworth y Tessa Thompson volverían a dar vida a los famosos hombres de negro muchos pusimos esperanzas en esta cuarta película de una saga que arrancaba en 1997 con Tommy Lee Jones y Will Smith como protagonistas. Si bien es cierto, ninguna de las películas posteriores alcanzaron la genialidad de la primera y esta cuarta tampoco es la excepción, a pesar del profundo make over al que han sometido a la franquicia.

Thor y Valquiria funcionaban bien, precisamente, en esos papeles. Bien construidos, bien escritos y con la mala baba de la mente preclara de Taika Waititi. Ahora ponen todo de su parte para que funcionen los agentes M y H, estas nuevas encarnaciones, con poco éxito.

Y no porque la química sea innegable, el mensaje empoderante intachable o la falta de tensión romántica aplaudible a pesar de los abdominales de Hemsworth siempre presentes, no. Es que la historia que se ha encargado de dirigir F. Gary Gray no tiene el más mínimo sentido. Intenta ser una aventura rodeados de marcianos con aspecto ligeramente peor al de entregas anteriores (¿o soy yo que me hago mayor?) por grandes ciudades del mundo como París, Londres, Sicilia o Marrakech y termina siendo un batiburrillo con algunos momentos brillantes que se quedan escasos.

El comienzo en el que una M niña (Tessa Thompson) ve llegar a los hombres de negro a su casa y se obsesiona con ellos hasta convertir entrar en la organización en su única obsesión resulta poderoso y engancha, todo lo que viene después, los clichés, los tópicos y los chistes manidos, ya no tanto.

Cierto es que la excelencia y el brillo solo se dan con la ENORME Emma Thompson en pantalla como la Agente O que salva los muebles en los apenas cinco minutos de metraje en los que podemos disfrutar de ella.

Mención aparte merece Kumail Nanjiani como 'peoncín', un personaje que resulta complicado de entender y Rebecca Ferguson como una pasada de vueltas Riza, antigua amante del Agente H que se dedica al oscuro negocio de la venta de armas intergalácticas. La pregunta tras verlos es ¿POR QUÉ?

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Men in Black International intenta estar a la altura de sus antecesoras, pero se pierde en un guion que abre demasiadas ramificaciones cerrando solo los que considera más importantes. Un entretenimiento estival para aquellos que no se sientan demasiado exigentes a la hora de comprar las entradas del cine. Y una oportunidad de relanzar una franquicia que se queda en agua de borrajas.