Coldplay presentó su nuevo álbum en Londres y LOS40 estuvo para contártelo
Además, acompañamos a los ganadores de nuestro concurso a vivir esta increíble expericencia
En un marco incomparable como el Museo de Historia Natural de Londres, donde cada día abre sus puertas a miles de visitantes ávidos de ver esqueletos de dinosaurios, aves disecadas o huellas de fieras salvajes, irrumpieron los 4 componentes de Coldplay en las escaleras de la sala de entrada.
La banda británica es una eminencia en su país y aprovechó el emblemático edificio para presentar en directo las canciones de su nuevo disco, Everyday Life, sobre el que su baterista, Will Champion, nos dio todas las claves días antes de su salida al mercado.
LOS40 estuvo allí para vivirlo. Los oídos de 800 afortunados pudieron degustar el menú musical que los británicos prepararon para la noche del lunes 25 de noviembre. También pudimos acompañar a los ganadores del concurso de Anda Ya, que ofreció 4 pases dobles para ver a la banda en este increíble lugar.
Temas de sus inicios, como Sparks y grandes himnos como Fix you o A sky full of stars se mezclaron con los temas de su nuevo álbum doble: Everyday life.
De este disco, pudimos escuchar el abrasador directo de Arabesque, Cry, cry, cry, Champion of the world o la emotiva Daddy, explicando a los asistentes en todo momento su periplo musical y sonoro: de dónde vienen, en qué momento están y hacia donde van musicalmente hablando. Chris Martin y los suyos también demostraron una conjunción musical perfecta independientemente del año en que se compusieron cada uno de esos temas.
Se notaba un ambiente especial, de esas ocasiones en que un grupo juega en casa, con esa tensión que provoca felicidad. También advertimos que los presentes eran conscientes de que la ocasión era una especie de cierre de gira anticipado, tras las recientes declaraciones del grupo.
Su nuevo tema, Orphans sonó con mucha fuerza y el clásico de la historia de la música contemporánea Viva la vida despertó una vez más las emociones del público asistente demostrando la atemporalidad de esta canción. Una canción que, como muchas otras grandes canciones, ya no pertenece al grupo, sino a varias generaciones de seguidores de Coldplay.
La banda dio una vez más una lección de método y profesionalidad. De sus instrumentos se desprendía un sonido puro e impecable supervisado por el esqueleto de ballena que sobrevolaba las cabezas de los allí presentes. Los británicos estuvieron arropados por un coro de gospel, la banda de Femi Kuti y una sección de cuerdas que elevaron el show a la categoría de memorable.
Coldplay se sitúan en el olimpo de los grandes grupos, mereciéndose por méritos propios un lugar en los museos de historia de la música.