Última hora
Kit Harington, el lobo solitario al que superó la fama, cumple 33 años
El actor de 'Juego de Tronos' ha pasado por una fuerte crisis personal
A los 33 años Kit Harington es una de las caras más reconocidas de la televisión, lo que cada vez es más extensible al cine. La fama le llegó con su personaje de Juego de Tronos, Jon Nieve, y desde entonces no ha parado de trabajar en toda clase de proyectos. El próximo será The Eternals, que pertenece a la fase 4 del Marvel Cinematic Universe (MCU) y, por tanto, tiene el éxito prácticamente asegurado. Además, ya ha protagonizado la película The Life and Death of John F. Donovan, la cinta épica Pompeya y la serie británica de HBO Gunpowder, sobre el atentado de Guy Fawkes contra el Parlamento británico.
Sin embargo, este joven actor de ascendencia noble y con aspiraciones de convertirse en periodista durante su infancia era una cara desconocida hasta la llegada a televisión de la saga escrita por George R. R. Martin. De hecho, Jon Nieve fue su primer papel televisivo. Hasta entonces había estudiado arte dramático, había participado en algunas obras de teatro, como la War Horse que después adaptaría Steven Spielberg, pero nunca se había puesto delante de una cámara, y menos para rodar una producción de tanto calibre.
La fama arrolladora de Juego de Tronos trajo consigo sonrisas y lágrimas, que se dice: allí conoció a su amor, su compañera de reparto Rose Leslie, con la que ahora está casado, pero también la desgracia, pues la fama lo superó y sus problemas con la ansiedad y el alcohol lo llevaron de cabeza a una clínica de "bienestar", como lo llamó su agente personal. No llega muy bien ser el centro de atención y que todas las miradas estén dirigidas hacia él.
El estrés es lo que apartó temporalmente a Harington de la vida pública, aunque ya está inmerso en la nueva película de Marvel junto a Angelina Jolie y su compañero de reparto y hermano en Juego de Tronos Richard Madden.
Harington parece estar recuperándose, y la nominación al Globo de Oro por su interpretación en la última temporada de Juego de Tronos es una brisa de aire fresco en su delicada vida personal. Nadie más del reparto ha sido nominado, por lo que es un reconocimiento inesperado para él, que dice sentirse sorprendido por estar entre los candidatos pero sobre todo por que otros compañeros, como Peter Dinklage o Emilia Clarke, no puedan acompañarle en la gala.