Especial
40 años de la movida: charlamos con la periodista y fotógrafa Mariví Ibarrola
Entrevistamos a la autora de algunas de las instantáneas más significativas del movimiento cultural
Mariví Ibarrola captó, a través de su cámara, una etapa fundamental de la música española: la movida madrileña. Natural de Nájera (La Rioja), esta periodista y fotógrafa publicó algunas de las instantáneas más significativas del movimiento en Ruta 66, Interviú, Diario 16 y otros medios de la época.
En la actualidad es profesora asociada del departamento de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid y ha publicado dos libros: Yo disparé en los 80 (Arrebato, 2012) y De Lavapiés a la Cabeza (Mariví Ibarrola, 2018).
En 1998 me compré un escáner y aquello supuso un gran avance: me di cuenta de que mi archivo tenía que salir a la luz
Con motivo del 40 aniversario de la movida hemos charlado con ella sobre su experiencia como reportera musical y los artistas que retrató entonces. Una parte del extenso archivo de Mariví se recoge en Yo disparé en los 80, libro con 89 fotografías de imprescindibles de la música española como Radio Futura, Siniestro Total, La Polla Records, Parálisis Permanente, Kortatu, Antonio Vega, 091 o Aviador Dro, entre otros.
Mariví Ibarrola encontró en la fotografía una forma de acercarse a su pasión: la música. “Aproveché mis conocimientos básicos de foto para trabajar en el mundillo; intenté publicar en los medios especializados de la época para documentar aquel momento que después se llamaría la movida, aunque yo nunca pensé que estaba en dicha movida. Conseguí dedicarme a la prensa musical pero siempre relacionándome con otros brotes juveniles como el videoarte, el cine, el cómic, las exposiciones y demás artes alrededor de una expresión”.
Hablar con ella es trasladarse, inevitablemente, a un tiempo analógico y artesanal en el que solo teníamos acceso a las imágenes de nuestros ídolos a través de fanzines y revistas especializadas. “Elegía el negativo que quería positivar para Ruta 66 o el medio que fuera. Lo dejaba secar y, una vez seco, lo metía en un sobre, ponía un sello, lo enviaba por correo postal y hasta que llegaba a su destino... En 1998 me compré un escáner y aquello supuso un gran avance: me di cuenta de que mi archivo tenía que salir a la luz”.
Había mujeres fotógrafas, pero pocas: Ana Torralva, Menchu Redondo, Begoña Zubero… y no estaban alrededor de la música exclusivamente
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Ese mismo año fallecía Poch (cantante de Derribos Arias) y Mariví le rendiría homenaje con una exposición sobre la movida en 2008: “a la gente le interesó muchísimo; fue entonces cuando pensé que tenía que seguir dando a conocer mi archivo y surgió la idea de Yo disparé en los 80, donde reuní muchas imágenes inéditas y otras que habían sido publicadas en medios analógicos. Publicarlo me hizo mucha ilusión, hacer partícipes a amigos de la época, desde un camarero hasta un catedrático... El libro me dio visibilidad, aunque fuera en 2012, y me posicionó dentro del panorama de la movida”.
Mariví fue madre, reportera y freelance en un tiempo en el que escaseaban las mujeres fotógrafas. “Era un mundo de hombres y es verdad que, siendo madre, lo he tenido más difícil porque nosotras nos dedicamos más a los cuidados. Había mujeres fotógrafas, pero pocas: Ana Torralva, Menchu Redondo, Begoña Zubero… y no estaban alrededor de la música exclusivamente. No tenían el furor que tenía yo por publicar y hacerme un hueco en la prensa musical. Yo me ponía debajo del escenario. Lo de ser freelance me lo inventé cuando me preguntaban de qué medio era porque colaboraba con varios e intentaba vivir de eso”.
Fan de muchos grupos de la movida, Ibarrola tuvo la suerte de retratarlos: “me encantaban Radio Futura, Glutamato Yeyé, Derribos Arias, Kortatu, Loquillo y los Trogloditas, Lobos Negros... y grupos de chicas como Las Chinas, Carmen Madirolas, la cantante de los Bólidos, me gustaban mucho; Amparo Úbeda, que también hizo cosas con Glutamato Yeyé, Marta Guerrero, que actúo en La Broma de Satán, Ana Curra, Alaska…”. Y de los artistas actuales que podrían representar el legado de la movida, destaca a Cintia Lund: “creo que tiene un registro interesante e inquietante”.
El legado de 'la movida'
Los vestigios de la movida en Madrid están presentes aún en bares, tiendas o artistas concretos. “Locales como La Vía Láctea, El Penta y Nueva Visión en Malasaña, El Botas y Traveling, al que iba Manolo Tena, en Lavapiés; La Bobia en El Rastro… de tiendas, La Metralleta, y de personajes destacaría a Víctor Coyote, porque fue un adelantado a su tiempo; me lo encontré el otro día, al lado del Botánico. Me dijo que va a sacar nuevo disco. También están Los Secretos, Nacha Pop, Loquillo, Alaska, Ana Curra…”.
Mariví es optimista respecto a la idea de que pueda surgir un movimiento similar a la movida, incluso de la misma envergadura. “Estas cosas salen de la calle, del rock peatonal, del pateo… no de una multinacional. Estoy segura de que puede ocurrir porque hay muchas propuestas y canales de sobra. El problema está en que la información dura poco, se pasa de una historia a otra en cuestión de segundos y no da tiempo a procesar tanta emoción”.