Joaquín Sabina hablará con Jordi Évole sobre su confinamiento, pero ya ha dejado un mensaje

Jordi Évole ha centrado su programa en La Sexta a analizar la situación que estamos viviendo con el coronavirus y desde su casa está hablando con personajes relevantes en la sociedad de nuestro país para ir ofreciendo distintos puntos de vista.

El próximo 19 de abril veremos una charla suya con Joaquín Sabina que, está viviendo la cuarentena en su casa de Madrid donde se recupera de sus lesiones.

Recordemos que el pasado 17 de febrero sufrió una caída en el Wizink Center mientras daba un concierto con Joan Manuel Serrat, viejo compañero de escenarios. Fue llevado al hospital donde trataron sus fracturas de hombro que necesitarán rehabilitación y reposo.

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"Desde que salí del hospital no he hablado con nadie realmente, excepto en alguna ocasión que vinieron mis hijas, pero una vez solo, estoy realmente incomunicado", le aseguraba el maestro al periodista. Y es que esto de la incomunicación está siendo un mal de todos. Claro que, en su caso, con algunas excepciones.

El jienense reconoció que aparte de sus hijas, hay otra persona que ha ido a visitarle a casa, su compañero de fatigas, Serrat: "Sí, he hablado un par de veces y, además, estuvo en mi casa, es de las pocas personas que ha venido".

Más de uno habrá puesto el grito en el cielo con la confesión de tanta visita, pero podrá explicarse y explayarse el próximo 19 de abril en el programa de Évole. De momento han charlado un minutito esta Semana Santa para hacernos el anuncio y, Sabina ha aprovechado para recordar que en fechas tan festivas se acuerda de los suyos: “Toda mi educación, hasta que me largué a Inglaterra, fue muy 'semanasantera' y quiero mandarles un abrazo grande, porque deben estar pasándolo muy mal sin Semana Santa".

Antes de despedirse en este pequeño adelanto a su entrevista del próximo domingo dejó un mensaje claro y directo: "Que nadie salga de casa, que parece que es lo único que está funcionando".

Él se queda en casa y, puntualmente a las 20 horas, se asoma al balcón para unirse al aplauso popular a los sanitarios.