Iker Jiménez sigue triunfando con ‘Milenio Live’, en esta ocasión hablando de cifras reales

A Iker Jiménez le cancelaron su programa en Cuatro pero quizás le hicieron un favor porque dirigió sus esfuerzos a sus emisiones en youtube y lo está petando. A diario con La estirpe de los libres y el sábado con Milenio Live. Más de tres horas de programa en el que aborda la cuestión del coronavirus buscando verdades.

"Venimos de una semana en la que el baile de cifras nos ha dejado a todos un poco perplejos. Yo hablaba en La estirpe de los libres de por qué no me he creído los datos de Wuhan. Y ahora resulta que lo han sacado todos los periódicos importantes. Cifras y recuentos diferentes", decía para empezar a analizar las cifras reales que no tienen mucho que ver con las oficiales.

"Estamos en un mundo donde la muerte no se quiere ver. Donde el mensaje que impera es el positivo, los aplausos, que está muy bien, y los datos de los recuperados, que está mejor, pero hacemos un flaco favor... Es como si cuando empezó todo esto nosotros nos hubiéramos sumado al resto y no hubiéramos dicho lo que veíamos. ¿Pasa en Wuhan y vamos a pensar que es algo lejano a nosotros?", cuestionaba el periodista.

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Cifras reales

Su mujer, Carmen Porter, también ha hablado de datos haciendo hincapié en que los reales no se corresponden con los que se están compartiendo: “De la cifra de fallecidos, los 19.315 muertos, que es la última cifra que se ha dado, ha habido un verdadero baile de datos. Las comunidades, cada una de ellas, contabilizaba a los fallecidos y, al parecer, en un principio se dieron una serie de normas a seguir que no se sabe muy bien por qué no se siguieron. Solo se contabilizaba a los que daban positivo en Covid, no se contaba a aquellos con síntomas leves o sin ellos porque directamente no se les hacía la prueba".

Se ha hablado mucho de este recuente de fallecidos y ellos lo tienen claro: "Todas esas personas que han fallecido en residencias, en sus casas, que no han tenido ni una sola prueba, no eran contabilizadas, se las sacaba de las cifras. Desde el 17 de abril ha cambiado y se contabilizan los casos confirmados independientemente del lugar del fallecimiento. Se van a incluir aquellos que se hayan hecho test, por ejemplo, en las residencias de mayores, y después fallezcan. O aquellos a los que se les haya hecho el test, se hayan ido a su casa y luego fallezcan. A los que no se les haya hecho el test y tengan síntomas leves, esos de nuevo no se les va a contabilizar. En Cataluña, al parecer, empezaron a hacer la contabilización solamente de aquellas personas que fallecían en hospitales o centros sanitarios, dejaban fuera a los que fallecían en sus casas, en residencias o en la calle, como las trece personas que han fallecido en la calle en España".

Como es habitual en sus espacios, han contado con colaboradores que corroboran sus informaciones, en esta ocasión, José Almagro, director de Inverence, empresa especializada en big data, y César Carballo, médico de Urgencias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Almagro cifró el número de muertos en España por Covid-19 entre los 30.000 y 33.000 y predijo que al final de la pandemia se pueden alcanzar los 40.000. Esta poca concordancia de datos, según él, se debe a la falta de suficientes pruebas y tests de diagnóstico. A este desfase en los datos se le conoce como ‘efecto Bérgamo’ o ‘efecto Wuhan’.

"Hemos sido muy lentos. Se debería haber parado este tsunami, que nos habría llegado una ola a los sanitarios que somos la última línea de defensa. Pero en lugar de una ola nos llegó un Tsunami y eso ha aumentado muchísimo la tasa de mortalidad de esta pandemia", aseguraba Carballo.

Cadáveres en camiones

"Las cifras se han intentado minimizar. Cuando uno ve los números, aunque sean terribles, no somos conscientes. Cuando vi mil muertos dije 'esto va a superar al terrorismo, que ha sido una lacra en nuestro país de décadas'. En dos semanas se superó y ahora vamos a por 20.000. La duda es si tenemos suficientes estructuras funerarias para soportar eso. No dan abasto y es imposible porque las cifras son mucho más”, reflexionaba Iker Jiménez.

No ha dudado en sacar el tema de los cadáveres y su desplazamiento desde la capital a otras comunidades. Recogió el testimonio del doctor Gahona que había visto camiones por María de Molina transportando cuerpos. Y recurrió a un periodista de Córdoba para ahondar en el tema.

"No dan abasto por simples matemáticas. Los crematorios que tenemos en Madrid cada cuatro horas pueden incinerar un cadáver. Al día, cada uno de ellos puede incinerar seis cadáveres, con todos los que tenemos... no puede ser", aseguraba Carmen Porter.

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