Iker Jiménez no ha salido muy bien parado en el test que le ha hecho su hija

La familia de Iker Jiménez se ha convertido en un auténtico fenómeno de internet. Dejando al margen el éxito que están teniendo los programas que están dedicando al coronavirus y la investigación de los claroscuros de esta pandemia, hay más.

Carmen Porter tiene un canal propio en el que cada semana cuelga un vídeo a modo de blog. La última entrega se la saltó porque estaba demasiado centrada en el cuidado de su perro Tao que ha tenido que estar ingresado. Pero ha vuelto a su blog y lo ha hecho a lo grande, con un derroche de intimidad en el que ha participado la familia entera.

A la pequeña Alma, la hija de ambos, no la hemos visto, pero sí la hemos escuchado. Ha sido la encargada de ir lanzando un montón de preguntas a sus padres para dejarnos conocerles un poco mejor. Y no ha eludido las intimidades.

Desde luego, si hay un calificativo que podríamos poner a esta familia es el de naturales. Son cercanos y nada artificiales y, desde luego, no tienen prejuicios ni les importa mucho lo que piensen de ellos. Eso nos ha permitido indagar un poco sobre ellos a través del test que les ha hecho la pequeña.

Entre las conclusiones que hemos sacado, podemos decir, que la única hija de la pareja tiene debilidad por su madre y que disfruta metiéndose con su padre.

Es más lista mamá y también más inteligente. Iker es mayor. El que ha viajado un poco más de la pareja es Iker. Aunque han reconocido que los tres son grandes viajeros. A la pequeña el viaje que más le gustó fue Japón y al que volvería, Dubai. Y, por cierto, lo de Los Ángeles, “cutre”.

Si hablamos de moda, mamá es la que triunfa e Iker el que más tiempo pasa conectado a una pantalla. Papá es el que más ropa compra, pero luego no se la pone. También es el zampón de las tartas.

Mamá también es la más cariñosa, la reina de la casa y la que más manualidades hace. Fue ella la que se dejó enredar por Iker, antes de casarse. “Si es enredar, papá”, aseguraba la periodista.También sabemos, gracia a Alma, quién es más energético, más ahorrador, más exigente…

Lo que ha quedado claro es que la niña sigue los pasos de su padre y ha heredado grandes dotes comunicativas. Es incisiva, natural y no tiene ningún tipo de reparos para hablar de cualquier tema o, incluso, demostrar su talento a la hora de cantar.

Ah, y sigue las investigaciones de su padre. Si le preguntas por el coronavirus, lo tiene claro: “No me lo puedo creer, que tengamos que estar más de dos meses en casa”. Ella habla del virus que salió de un laboratorio de murciélagos y, de hecho, contó su anécdota de hace unos días cuando uno de estos animales se coló en su casa.

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