Marc Ros (Sidonie) sobre su disco: “Muchos compañeros nos van a criticar por usar el ritmo del reguetón”

Este 28 de mayo se publica El regreso de Abba, el debut literario de Marc Ros, cantante y compositor de Sidonie. Aprovechó un año sabático con el grupo para estrenarse con la escritura literaria y aunque ha sido un gran sufrimiento, ha merecido la pena. Ahora, confiesa que convive con sus personajes con los que habla a diario.

La novela nos lleva de viaje a la Cadaqués más mística para convivir con Abba, Hugo y Doménec, tres personajes cargados de añoranzas y deseos que tendrán que buscar puntos de unión para ser capaces de grabar juntos un disco y un documental.

Es difícil no enamorarse de estos personajes tan vulnerables que van evolucionando a lo largo de un verano cargado de nostalgia y conocimiento mutuo. Y lo mejor de todo es que esta novela tendrá banda sonora, será el próximo álbum de su grupo del que ya hemos conocido el primer single.

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Nadie como su compositor para que nos cuente todos los detalles de lo que está por llegar.

Tu primera novela se completa con un disco que todavía no conocemos, ¿cómo va?

Está a punto de acabarse. Te puedo avanzar que es uno de esos discos que es mejor que te tumbes en el sofá y te pongas unos auriculares porque es una invitación a un viaje. Es como la banda sonora.

Yo que me he leído el libro, ahora si escucho el disco, ¿voy a saber situar cada canción en una parte de la novela?

El disco tiene entidad propia y hay cosas que no están en la novela. Pero hay canciones que he escrito como si yo fuera Abba, como si fuera Doménec o como si fuera Hugo. He hecho el esfuerzo de meterme en el personaje y han salido muy diferentes. Pero el disco tiene una personalidad propia que, por ejemplo, tira por caminos de la cosa más latina, incluso, hay sonidos que vienen de la salsa colombiana o la chicha peruana. Sobre todo, es uno de esos discos muy de los 60 o los 70 de, esto es una película, tienes que sentarte… que la gente puede hacer lo que quiera… peor yo no me veo escuchando este disco mientras lavo los platos o mientras hago otras actividades. Es como si te pusieras una peli, así va a ser el disco.

De todas formas, la novela tiene un rollo muy vintage, de nostalgia y melancolía y me esperaba unas canciones en ese rollo. Sin embargo, Me llamo Abba mantiene ese espíritu no sé si erótico festivo, pero sí alegre de muchas de vuestras canciones, ¿va por ahí el disco?

Por un lado, la novela tiene ese punto otoñal de final de verano, de casas de veraneo cerradas, pero también tiene ese punto frívolo de cuando salen por la noche y empiezan a escuchar los Backstreet Boys con cosas de la Motown, esa cosa más frívola que tienen ellos que no todo el rato es nostalgia y septiembre. Quizás en el disco haya más de esa parte más de verano y no tanto de septiembre, que también lo hay.

Habéis experimentado…

Hasta el punto de que, en el disco, hay hasta un raggatón, que es una mezcla de raga indio y el reguetón. Te avanzo que cuando salgamos con esta canción, muchos compañeros nos van a criticar por usar el ritmo del reggaeton.

En este primer single nos encontramos con Kimberley Tell, ¿va a ser la Abba de todo el disco?

Maldita sea… (risas)… ahora me enfado con ella, que yo la adoro, pero se lo dije un día, que era como Béla Lugosi a Drácula, se ha comido al personaje y al final me he convencido de que es ella. Pero no, ella es una intérprete en una canción. Aparte, físicamente, sí, podría ser un poco ella porque es guiri, de padre inglés y madre danesa y también tiene esa mezcla de nacionalidades y culturas, pero no, Kimberley hace el papel en una canción.