Mel B sufrió racismo en la época más gloriosa de las Spice Girls
La artista recuerda la marginación que sufría en los años 90 para apoyar el movimiento Black Lives Matter
El racismo arraigado en todos los aspectos de la sociedad es una de las grandes lacras que vivimos y tenemos que combatir. Tras la muerte violenta de George Floyd, cada vez son más las voces que luchan contra la marginación, y se suceden manifestaciones en muchas ciudades del mundo para combatirla.
Desde sus posiciones de popularidad, los artistas también están utilizando las redes sociales y los medios de comunicación para lanzar mensajes de concordia contra el racismo. A las voces de Beyoncé o Paul McCartney se suma ahora el testimonio de Mel B, una de las integrantes de las Spice Girls, que ha recordado cómo ha tenido que sufrir las consecuencias del racismo en su propia piel.
Fue en plenos años 90, cuando ella y el resto de las integrantes de la banda gozaban de la etapa de mayor popularidad en su carrera musical. Así lo ha contado en una entrevista en The Daily Star, donde recuerda un acontecimiento en Sudáfrica. En 1997, Mel B estaba probándose ropa en una tienda junto a sus compañeras, pues iban a dar un concierto para Nelson Mandela y el Príncipe Carlos. "Se me acercaron y me dijeron que tenía que irme de la tienda", recordó. Sus compañeras salieron en su defensa, pero a la artista, acostumbrada a situaciones similares, no le sorprendió. "Estaba enojada y realmente triste al ver que muchas personas seguían siendo racistas en Sudáfrica en aquel momento", explicó.
Durante esta gran explosión de popularidad que protagonizaron las Spice Girls, recuerda también cómo trataron de moldearla para darle una imagen determinada. Cuando el grupo grabó el mítico videoclip de Wannabe, un estilista insistía en lanecesidad de alisarle el pelo. "Mi cabello era mi identidad y sí, era diferente a todas las otras chicas, pero de eso se trataban las Spice Girls: celebrar nuestras diferencias", reflexionó. En el colegio, además, se burlaban de su color de piel, por lo que siempre estuvo "acostumbrada al racismo".