Canon R5 todavía no ha salido y ya tiene problemas de sobrecalentamiento
Era demasiado perfecto para hacerse realidad
El pasado 9 de Julio, Canon despertó de un largo descanso y rompió el silencio presentando al mundo sus nuevas cámaras sin espejo; EOS R5 y EOS R6. Sobre el papel, Canon R5 enterraba a la competencia con números que hasta la fecha no existían; como la grabación RAW en 8K o en 4K a 120 frames por segundo.
Pese a que pocos tenían en cuenta la necesidad de tarjetas ‘CF Express’ para grabar a esas resoluciones y velocidades (necesidad que incrementaba entre 500 y 800 euros el precio de la máquina), el revuelo ha causado mucho alboroto y mucha reserva anticipada de gatillo fácil.
Pocas horas después, se hacía pública una ‘hoja de tiempos’ (a través de Facebook) aparentemente procedente de la misma Canon y que parece que hace que toda esa locura se calme y que los fans pongan los pies en la tierra.
Parece que Canon R5 tendrá fuertes limitaciones de grabación para sus formatos y resoluciones más demandantes. Por ejemplo, la grabación de video en 8K está limitada a 20 minutos en condiciones de temperatura normales. Pasados esos 20 minutos y alcanzada su temperatura máxima, la cámara se apagará y pedirá un reposo de 10 minutos, lo que nos concederá otros 3 minutos de grabación. Si tenemos paciencia y dejamos que la cámara descanse 20 minutos (en lugar de 10), podremos grabar 8 minutos más (en lugar de 3).
Quizás, todavía han hecho más daño los números referentes a la grabación en 4K. Al parecer, grabando a 60 frames por segundo, serán 35 minutos los que disponga la cámara antes de alcanzar la temperatura máxima, también en condiciones ideales de temperatura para la grabación, y pedirnos un descanso de 10 minutos, lo que se complica si pasamos a 24 o 30 frames por segundo en 4K, donde el tiempo hábil de grabación pasa a ser de 30 minutos.
Entiendo que el párrafo que acabáis de leer puede parecer una broma, pero no lo es, y antes de que empiecen los gritos y las amenazas, tengamos en cuenta que Canon EOS R5 es una cámara de 45 megapixeles con una capacidad fotográfica (posiblemente) extraordinaria; es decir, no es una cámara pensada para el video profesional, de ahí también que su sistema de refrigeración no haya sido pensado para la grabación continuada de video en 8K.
El cuerpo de la R5 es pequeño y está completamente sellado, lo que quiere decir que el calor que genere la máquina en su circuitería tardará mucho en disiparse, de ahí los decepcionantes números de recuperación.
Si estos números son reales (y no tardará mucho en pronunciarse la compañía), tenemos claro que un buen porcentaje de profesionales no podrá pasar su apuesta de futuro a Canon; los videógrafos de boda y eventos, por ejemplo, pasan horas bajo el sol con la cámara encendida y no pueden permitirse “descansos” de 10 minutos por sobrecalentamiento de su cámara.
Parece que, una vez más, el marketing ha ganado a la ingeniería, y que para Canon era muy importante que su R5 tuviera ciertos guiones en su hoja de especificaciones, como 8K RAW, o 4K a 120 frames, por ejemplo...
Visto lo visto, un sistema de refrigeración dedicada o un centímetro más de grosor para el cuerpo de la cámara no habrían hecho ningún daño y, posiblemente, esos límites no existirían o serían mucho menos ajustados.
Dejemos pasar unos días y saldremos de dudas con las reviews oficiales de la máquina.