Especial
David Cantero triunfa recordando cómo era en su infancia
El presentador de ‘Informativos Telecinco’ se pone nostálgico
David Cantero, el presentado de Informativos Telecinco, es un hombre que despierta mucho interés por el contraste que supone verle siempre sentado tras una mesa, con gesto serio para contarnos las noticias, con su vida detrás de cámara en la que se pone la chupa de cuero y se cuelga la guitarra demostrando que la edad es una cuestión de actitud.
Esta semana la empezaba poniéndose nostálgico recordado un viejo kiosko de latón que forma parte de su infancia. “Hace 50 años, me aupaba al mostrador para pedir ilusionado un delicioso polo, un Camy. Mis favoritos eran los de limón, también los ColaJet, y ahí sigue. Es desconcertante comprobar cómo se ha transformado la vida en tan poco tiempo; en sólo medio siglo todo ha cambiado por completo. No queda nada de aquel tiempo... La vida es otra, el fulgor de las pantallas ha acabado con casi todo lo que de verdad merecía la pena experimentar y sentir siendo niño... No teníamos apenas nada, pero todo era auténtico y nuestro...”, reflexionaba sobre ese viaje al pasado.
Un recuerdo que invitaba a muchos a rememorar su infancia y que llevaba a hacer muchas reflexiones. Ahora, hay una segunda parte. Cantero ha ido más allá del kiosko y ha recuperado fotos suyas en las que podemos ver cómo era de niño.
“Dado el éxito de la foto del viejo kiosko, comparto con vosotros algunas imágenes de aquellos días, creo que son de entre 1967 y 1971... En la primera estoy sentado en él... Fotos de aquel tiempo en que un machete y unos prismáticos de feria eran auténticos tesoros para un niño, y vivir intensas aventuras era una posibilidad cotidiana... Días de trepar a los riscos o a los árboles, de juegos en las eras, de montar en el trillo con el pelo lleno de paja, de saltar entre las traviesas y poner monedas en las vías para que las aplastara el tren (algo frecuente ya que vivía en una pequeña estación), largos días de montar en burro o en bici y de baños en la piscina municipal, en el lago o en las pozas... Cuando los relojes y los calendarios ni contaban ni pasaban, cuando sólo existía un hermoso presente que olía a pino, a brea, a vacas, a tomillo y a resina, un presente que creíamos eterno y que ya sólo existe en algunas viejas fotografías... 😉💫💙”, escribía sobre aquellos tiempos pasados.
Y claro, el éxito ha sido parecido.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...