Pablo Alborán, entre baño y baño, no se olvida de lo importante

Pablo Alborán es un joven que sirve de referente para muchos otros. Por un lado, es el ejemplo del que persigue sus sueños hasta conseguirlos. Desde el sofá de su estudio en casa soñaba con que todo el mundo escuchase sus canciones y lo ha conseguido. Pero no sólo eso, también se ha convertido en un ejemplo de diversidad.

Desde que el pasado junio compartiera con todos cuál es su condición sexual, son muchos los que se miran en él como si fuera un espejo. Es la responsabilidad del que tiene tanto éxito como el suyo. Y él es consciente de que tiene que tener mucho cuidado con lo que dice y hace porque puede influir en mucha gente.

Y en ese sentido, ese altavoz que le ha otorgado la popularidad, también le sirve para concienciar sobre asuntos importantes, luchas con las que se implica de modo personal. Ahora, se encuentra de vacaciones y no deja de compartir fotografías de sus días de piscina y playa, y nos encanta porque lo hace con la naturalidad de cualquier joven de su edad.

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Pero, eso no le hace olvidar otras cosas como su compromiso por la tolerancia y de ahí su última reflexión en el Día Internacional de la Juventud: “Es importante que alcemos la voz por nuestra libertad, igualdad, dignidad y los derechos de nuestras futuras generaciones”.

No hay nada como hablar en primera persona en estas cuestiones, y él, lo hace. “Yo apoyo la Declaración Universal de los Derechos Humanos y creo firmemente que todas las personas deberían ser tratadas como iguales sin distinción de raza, color, género, idioma, religión o estatus. La igualdad es un derecho humano, no una opción. El cambio tiene que empezar en la base, mediante la educación de nuestras siguientes generaciones. Debemos enseñar los valores de la tolerancia y el respeto, evitando estereotipos. Estos son los fundamentos sobre los que se construye una sociedad más empática”.

De vacaciones, sí, pero sin olvidar lo importante.