‘La isla de las tentaciones’ inspira la reflexión de Roy Galán sobre la infidelidad masculina y la femenina
Explica por qué no se ve igual el comportamiento de Tom y el de Mayka
La isla de las tentaciones es uno de esos programas que crean debate. Las relaciones humanas siempre tienen muchos puntos de vista y eso lleva a que poder analizar las decisiones y comportamientos de cinco parejas separadas y expuestas a la tentación, de tanto de sí.
El escritor Roy Galán es uno de los espectadores más asiduos que, no duda en comentar, las reflexiones que le producen el programa. La última tiene que ver con la cuestión que está a debate en estos momentos: la infidelidad. Parece que Tom Brusse ha sido el primero en ser infiel a su pareja dentro del programa y eso ha generado muchas críticas. Aunque Mayka no se ha librado tampoco. Son los dos primeros infieles de la isla y Galán cree que no se les ha tratado igual.
“Para nuestra sociedad la infidelidad masculina es algo que casi va implícito en el hecho de ser hombre. La infidelidad masculina se excusa (los hombres son así), se comprende (ellos no lo pueden evitar), se aplaude (qué máquina que no te han pillado) y se construye un relato sobre ella que tiene que ver con que el hombre siempre tiene que demostrar que puede huir de un entorno opresivo llamado relación para seguir siendo el "canallita" que siempre fue y que ya no le dejan ser”, comienza la reflexión del escritor.
Sin embargo, opina que el mismo caso, pero en el ámbito femenino, tiene otra lectura. “En cambio la infidelidad femenina es una aberración porque de lo que está hablando es de los deseos de las mujeres y ya nos han contado haciéndonos creer falsamente que las mujeres no desean, que no les gusta follar tanto, que no son sujetos activos de su placer sino objetos y que las que muestran sus deseos son unas zor***s”, concluye.
“Es por esto que un mismo acto realizado por Tom o por Mayka (un beso) no tiene las mismas consecuencias sociales. Con independencia de la valoración moral que se le quiera dar al hecho a Mayka se la juzga mucho más duramente porque es mujer. Porque las "buenas" mujeres no hacen esas guarradas como es desear. Es por eso que las propias mujeres han aprendido a sentir culpa por sus deseos y los hombres no”, continua sobre esta diferencia.
La diferencia también se refleja en las excusas que han encontrado cada uno de los participantes para justificar sus actos: “Por eso Tom usa una excusa sexual (mi novia no me da lo que quiero) para desvincularse afectivamente de Melyssa sin sentirse culpable. Y por eso Mayka usa una excusa afectiva (el oso de peluche Rosito) para validar sus deseos y alejar la culpa”.
“A Tom su fraternidad le dice enhorabuena de la que te has librado y a Mayka quieren quemarla en la hoguera para demostrar que ellas son peores”, argumenta sobre lo que está ocurriendo con los dos primeros infieles del programa.
Habla de lo que significa en realidad la igualdad: “Igualdad también es que cuando una mujer falla se la juzgue igual que juzgaríamos a un hombre. Igualdad también es construir un mundo en el que los deseos no sean patrimonio de los hombres. En el que las mujeres no sientan vergüenza de sus deseos y se tengan que buscar excusas para justificarlos porque saben que si no hay un motivo de "peso" para desear como es el amor les pondremos una inmensa letra escarlata en el pecho. Como aviso de su condición de "malas mujeres" que se atrevieron a desear”.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...