Jorge Javier Vázquez relata su reencuentro con la presentadora de ‘El diario de Patricia’

Aunque en los últimos días, la polémica televisiva ha sido el rifirrafe de Jorge Javier Vázquez con María Teresa Campos, lo cierto es que no todo son rivalidades entre los presentadores de televisión. De hecho, el presentador estrella de Mediaset ha relatado en su blog de Lecturas, el encuentro que ha tenido con una colega que hace tiempo que se retiró de la televisión: Patricia Gaztañaga.

Cuando Jorge Javier estrenó Rumore Rumore con Francine Gálvez, Patricia Gaztañaga estrenó su Diario de Patricia. Posiblemente, con el paso del tiempo, la gente recuerde más el programa en el que Patricia lidiaba con las cotidianeidades de tanta gente que no dejaba de sorprendernos por su forma de entender la vida y por las emociones que destilaba cada tarde.

Parece que el reencuentro ha sido de esos que te dejan buen sabor de boca. Dos personas que entienden lo que es la televisión desde dentro, pero cuyos caminos han seguido rumbos muy distintos. “Es una mujer sin dobleces, directa, afectuosa. No tiene ninguna gana de volver a la televisión. No echa de menos su trabajo ni un poquito. Y su discurso suena sincero, nada impostado”, reconoce Jorge Javier sobre su amiga. Y eso que hay mucha gente que la echa de menos, lo veíamos hace unos días en Pasapalabra con el homenaje que le hizo Eduardo Casanova.

Directo

LOS40

LOS40

Reproducir LOS40

Recuerdos emotivos

Juntos han recordado algunas anécdotas de aquellos tiempos pasados, algunas, que les han hecho reírse a gusto. “Un día se me acercó una señora y me dijo: ‘Tú presentabas El diario de Patricia ¿no?’. ‘Sí, soy yo’. ‘¿Y cómo te llamabas?’, me preguntó. Y yo le respondí que Antonia”, le cuenta divertida su amiga.

Jorge Javier reconoce que Patricia es una mujer que se hace querer y muy cercana. A su encuentro acudió con su familia y, no dudó en recordar cómo vivía su hija el éxito de su madre cuando era la reina de las tardes. La pequeña le hablaba a la tele y no entendía que su madre no le contestara: “‘Es que yo a ti no te veo, hija’. ‘¡Pues yo a ti sí!’, respondía su hija”.