Así aprendió Jimi Hendrix a tocar la guitarra en solitario

El virtuoso guitarrista tuvo que superar muchas dificultades y el miedo escénico para llegar a ser el mejor de todos los tiempos

Jimi Hendrix (1942-1970) actúa con su guitarra Fender Stratocaster en el Royal Albert Hall de Londres en 1969. / David Redfern/Redferns

Es considerado por muchos como el guitarrista definitivo, el mejor al que hemos escuchado nunca. Jimi Hendrix se elevó como uno de los músicos más virtuosos con su instrumento y su talento, mezclado con la determinación y el aprendizaje, lo convirtió en uno de los más grandes. Sin embargo, no hay que pensar que Hendrix nació con un don divino, sino que tuvo que trabajar mucho para alcanzar ese grado de maestría.

Su mayor éxito fue, sin duda, su compromiso con la causa, una habilidad que fue su mejor atributo y lo llevó a transformar la música para siempre mientras se convertía en el mejor guitarrista que jamás haya existido. La historia de cómo Hendrix aprendió a tocar la guitarra es una historia de cómo la determinación es la cualidad más importante a la hora de iniciar cualquier actividad en nuestra vida.

Las principales razones, seguramente, por las que Hendrix estaba tan comprometido por el aprendizaje y por llegar a la perfección, fueron las difíciles circunstancias con las que comenzó a tocar cuando era niño. Su despertar musical llegó cuando descubrió un ukelele de una sola cuerda mientras ayudaba a su padre a limpiar el garaje de una mujer mayor. Ella, que rápidamente advirtió que el joven Hendrix estaba enamorado de ese instrumento, le preguntó si quería quedárselo. Poco sabía ella de lo que estaba iniciando con ese ukelele.

Hendrix pasó varios días familiarizándose con su nuevo instrumento, un período en el que adoraba por completo y, como se indica en el libro de su hermano Leon Jimi Hendrix: A Brother's Story, el niño prodigio finalmente descubrió que girando la clavija en la parte superior del instrumento hacía que la nota fuera cada vez más fuerte.

Leon describe también cómo su hermano, a quien cariñosamente llama Buster, aprendió a tocar el ukelele de oído, una muestra de su inmensa voluntad de aprender. "Si Buster lo apretaba un poco más, subía aún más y vibraba menos", señaló Leon. "Comenzó a girar la clavija de afinación mientras rasgaba para hacer que el tono subiera y bajara. A pesar de que estaba tocando notas individuales, seguía escuchando un par de canciones de Elvis Presley en la radio. Buster lo hizo todo de oído e hizo coincidir las notas", agregó.

Tocar en vivo con su primer grupo a los 17 años también supuso sus propias dudas para Hendrix y, a pesar de que ya dominaba la guitarra, sorprendentemente no se sentía natural en el escenario. "Fue muy difícil para mi al principio. Sabía unas tres canciones. Cuando llegó el momento de tocar en el escenario, estaba temblando", recordó Hendrix una vez. "Así que tuve que tocar detrás de las cortinas. Simplemente no podía acercarme al frente. Escuchas diferentes bandas tocando a tu alrededor, y el guitarrista siempre parece mucho mejor que tú".

Jimi Hendrix (1942-1970) actúa con su guitarra Stratocaster en el Royal Albert Hall de Londres en 1969. / David Redfern/Redferns

Añade además un comentario que bien podría aplicarse cualquier aprendiz: "La mayoría de la gente se rinde en este momento, pero es mejor no hacerlo. Solo sigue, solo sigue. A veces te sentirás tan frustrado que odiarás la guitarra, pero todo esto es solo una parte del aprendizaje. Si te mantienes firme, serás recompensado. Si eres muy terco, puedes hacerlo", concluyó el héroe de la guitarra en estas declaraciones recogidas por Far Out Magazine.

Hendrix podría haberse rendido fácilmente después de las dificultades que enfrentó al comienzo de su carrera, después de aprender en las condiciones más difíciles. Sin embargo, eso no le impidió convertirse en el mejor de todos los tiempos.

Daniel Garrán

Jefe de producto de LOS40 Classic