Adam Jezierski (‘Física o Química’): “Me ha costado, pero ahora amo a Gorka”
El actor, que vuelve a dar vida a uno de los personajes más carismáticos de la serie, nos habla sobre la primera impresión que tuvo de su personaje y cómo iba a ser físicamente en un principio
Adam Jezierski (Polonia, 1990) se convirtió en una de las caras más conocidas de la pequeña pantalla española en 2008 gracias al fenómeno que supuso Física o Química. Cuando empezó a rodar la serie, Adam solo contaba con 17 años y no sabía el bombazo que iba a suponer la ficción. Meses después su cara estaba en todas las revistas adolescentes. Y es que su papel de Gorka lo catapultó a la fama.
En 2012, tras siete temporadas y 77 episodios, Adam se despidió de su personaje. Aunque en un principio parecía para siempre, ocho años después se ha demostrado que lase segundas oportunidades existen.
En un 2020 debastador, pocas noticias nos han alegrado. Una de ellas, sin duda, ha sido los dos episodios especiales que ha preparado Atresmedia sobre el Reencuentro de Física o Química y que llegan a la Atresplayer el próximo 27 de diciembre.
Por supuesto, Gorka no iba a faltar a la cita. Para hablar mejor sobre su personaje y la cantidad de emociones que se le ha pasado por la cabeza durante estos meses de reencuentro, Adam nos recibe al otor lado del teléfono.
Pregunta (P): Reencuentro de Física o Química, ¿qué es lo primero que se te pasó por la cabeza cuando te dijeron que volvería la serie con un especial?
Adam (A): Es algo que de alguna manera siempre me he imaginado. Pensaba que iba a ser muy complicado. Es más, cuando llamaron al primer compañero y me lo contó, pensé que me estaba troleando. No me lo creía al principio.
P: ¿Qué compañero era? ¿Llamaron primero a uno?
A: Eso da igual. A ver, a todos a la vez no podían. No es una oficina de call centet.
P: ¿Y cuando te imaginabas ese reencuentro era muy diferente al que ha sido finalmente?
A: En lo humano no. Al final somos un grupo de personas que cruzan esa línea en la que pueden pasar los años sin verse y cuando lo hacen todo es igual. Es como una familia. En lo personal ha sido fantástico. En lo artístico, el reencuentro se podría haber contado mil historias distintas. Pero bueno, han decidido contar una de ellas. Está muy bien. Supongo que en nuestras cabezas cada uno de nosotros se habría imaginado un reencuentro diferente.
El reencuentro podría haber contado mil historias distintas
P: Supongo que en ese rencuentro diferente estaría Úrsula Corberó, ¿no?
A: Sí, Úrsula y tanta gente más que falta. Son decisiones que nosotros no tenemos nada que ver, pero en 100 minutos de ficción meter más de cincuenta personajes es complicado. Entiendo la dificultad también para los jefes el concretar lo que se iba a contar y con quién.
P: ¿A quién llevabas más tiempos sin ver de tus compañeros?
A: Probablemente a Andrea (Duro). Como ya contamos en la rueda, nosotros también hemos vivido nuestro momento de reubicar Física o Química en nuestras vidas. Ha sido una sombra tan grande y tan alargada que, al principio, de cierta manera, nos pesaba. Había que digerir lo que suponía la serie en nuestra vida. Al final la vida te ubica y te reconcilias con todo, sobre todo con algo tan bonito como Física o Química.
P: Pero, una vez que terminó la serie, ¿tuviste problemas a la hora de trabajar?
A: No, en mi caso personalmente no. No he parado de trabajar. Al terminar Física o Química hice Cheers, aquel remake poco recordado; estuve en Con el culo al aire varias temporadas; y muchas más. Pero es lo que digo siempre “Es física o química”, son las cuatro palabras que más he escuchado en nuestras vidas. Al final, cuando uno tiene 20 años, tiene mucha más necesidad de reivindicarse como profesional que cuando uno tiene 30, que lo enfoca todo de otra manera y con otra actitud. Con 20 años, uno quiere que lo respeten como si fuese un actor que lleva 60 años de trayectoria y cuando empezaba un proyecto nuevo y te decían lo de “es física o química”, pues te encabronabas un poco. Cuando coges distancia a lo largo de los años y ves lo bonito que fue aquello, pues lo miras de otra manera. Fue algo único e irrepetible.
. Con 20 años, uno quiere que lo respeten como si fuese un actor que lleva 60 años
P: Por lo que comentas, entonces hace cinco años hubiese sido imposible hacer un reencuentro.
A: Creo que hubiese sido más complicado. La adolescencia, en general, es una época con la que hay que reconciliarse. Uno comente estupideces. Son años apasionantes. Yo creo que era ahora el momento, tanto personal como profesionalmente. Te das cuenta de que no pasa nada por haber hecho un personaje tan potente y que conociese todo el mundo. La vida sigue. Hay que quererlo y aceptarlo. A mí no me ha impedido seguir trabajando. Ahora amo a Gorka. Me ha costado, pero lo amo.
Ahora amo a Gorka
P: Tiene que costar amar, sobre todo, al Gorka de la primera temporada.
A: Yo me acuerdo cuando estábamos empezando en esto y, después de dos semanas de ensayo, hicimos una lectura de guiones y el creador me pidió que describiera a mi personaje. Fíjate como enfocaba en ese momento mi trabajo que, cuando me preguntaron qué era mi personaje dije: “Gorka es un hijo de puta, un cabrón, no tiene corazón ninguno, es un monstruo”. Me dijeron que si yo no quería al personaje, cómo lo iban a querer los demás. Ahí algo cambió en mi cabeza y empecé a ser actor.
P: ¿Tuviste algo que ver con que Gorka fuese más empático a la largo de las temporadas?
A: Seguramente yo le inyecté más sentido del humor del que los guionista tenían en mente en un principio. Gorka en un principio estaba ideado como un matón enorme y super fuerte, pero me cogieron a mí, que mido 1,70 y pesaba 65 kilos. Se tuvo que transformar en otra cosa: un cabroncete que maquinaba más en la sombra. Los guionistas iban con nosotros y a favor de la obra.
Gorka en un principio estaba ideado como un matón enorme y super fuerte
P: Tu personaje termina teniendo un hijo, me gustaría saber cómo piensas que acabaría este chiquillo teniendo un padre como Gorka.
A: Me gusta creer que el hijo de Gorka es su talón de Aquiles. Es lo que le reblandece totalmente. Supongo que es un niño mimado. Me gusta pensar que Gorka intenta redimirse con la figura del hijo por lo cabrón que fue en su vida.
P: ¿Qué profesora o profesor de FoQ te parece una MILF o un DIFL?
A: Blanca Romero, Marc Clotet y todos eran treintañeros cuando rodamos Física o Química. Nosotros, que teníamos 17, los veíamos y pensábamos “uh, qué viejo, ya se le ha pasado el arroz”. Luego, con los años, te das cuenta que 30 no son tantos. Teníamos un profesorado bastante buenorro en general. Con 17 años no me interesaba ninguno, ahora me parecen todos bellísimos.
P: Aparecías en las portadas de todas las revistas adolescentes, ¿te sentiste en algún momento como un ídolo adolescente?
A: La clave en mi caso es que nunca me despegué de mis amigos del colegio. En mi cabeza nunca hubo ningún click, aunque en los kioscos estuviese mi cara, por las tardes estaba con mis amigos que me trataban igual. No sé cómo lo gestioné, pero no le di mucha importancia. La verdad es que yo siempre he tenido la autoestima bastante alta y Física o Química no fue algo que me alimentase y de repente me volviese gilipollas. Seguí igual. Es verdad que luego leía algunas cosas y me enfadaba. Al final los redactores de esas revitas adecuaban tu lenguaje a la manera que pensaban que su público quería. Hablábamos todos como una sitcom adolescente de los setenta. Era terrorífico de leer.
P: ¿Y realmente eras vuestras respuestas cuando describíais a vuestra pareja ideal o decíais vuestro color favorito?
A: Había un poco de todo. Nunca me olvidaré de una entrevista en la que me preguntaron cómo me gustaban las chicas, si pijas o macarras. Yo les dije que no sabía, que me gustaban las chicas normales y que me aporten algo. Ni pijas, ni macarras, normales, no catálogo a las personas. Además, me dijeron que posara más macarra, haciendo un corte de manga. La portada era yo sacando el dedo y con el titular que ponía: “Paso de las pijas”. Me quería morir.
P: Adam, me gustaría saber, como polaco, si piensas que la serie Física o Química tendría un hueco en la parrilla televisiva de Polonia actual, con el actual gobierno (de ultraderecha).
A: Yo creo que Polonia vive la realidad que vive el mundo entero. Porque allí los porcentajes también se reparten bastante equitativos. Eran 51% y 49%, como está pasando en el mundo. Es un país muy rural, con mucha gente desconectada del 2021, aún así creo que unos cuantos millones de personas lo disfrutarían, sin duda.
P: ¿Qué le dirías a aquel Adam adolescente que empezaba su carrera como actor con FoQ?
A: Que le admiro y le envidio. Esas ganas de comerse el mundo. Yo me acuerdo que con 17 y 18 años iba a las pruebas y entraba sabiendo que me iban a coger. Eso con 26 desaparece. Entraba a hacer una prueba cagado de miedo. Aunque estuviese mucho mejor formado, tenía mucho más respeto por la profesión. Ya cruzando la línea del respeto malo que te crea inseguridad y otras cosas.
El primer episodio de Física o Química: El Reencuentro se emite el domingo 27 de diciembre en Atresplayer.
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...