Especial
El increíble caso del troleo del falso Brad Pitt a miles de usuarios de Clubhouse
Un miembro de la popular red social se hizo pasar por el icónico actor para conseguir seguidores y experimentar por unas horas qué se sentía al ser una estrella
Clubhouse se ha convertido en una de las redes sociales más populares de los últimos meses. La app, que nació en el corazón de Silicon Valley y de momento solo está disponible para usuarios con iPhone que reciben una invitación de otro que ya tiene cuenta, supone una brisa de aire fresco en un universo de aplicaciones que fomentan lo visual. Aquí la gente habla y escucha; se defiende con argumentos. Ni siquiera es necesario mirar la pantalla durante horas (aquí os contamos más sobre Clubhouse).
Sin embargo, la app entraña sus peligros, especialmente en materias de suplantación de identidad, y ayer muchos usuarios lo vivieron en una de sus múltiples salas. Todo ocurrió en una room en la que se debatía sobre las nuevas estrategias a seguir para rebajar los efectos del cambio climático. Como moderador figuraba un personaje público al que todos conocemos: Brad Pitt. Mucha gente, al ver que una de las estrellas más importantes de Hollywood regentaba la sala, decidió entrar y ver qué se cocía.
Los usuarios se multiplicaban por segundos y miles de personas llegaron a estar conectadas al mismo tiempo. El bueno de Brad prácticamente no hablaba; el resto debatía. Finalmente, después de conseguir cientos de followers de personajes con una inmensa relevancia mediática, un usuario le preguntó si realmente era Brad Pitt. El periodista de Forbes Jesse Damiani, quien estuvo presente durante el encuentro, dijo que tras la pregunta se produjo un extraño silencio. Después se descubrió el pastel.
No, aquel hombre no era Brad Pitt, sino un fotógrafo neoyorquino llamado Jacob Tran. El balón se desinfló y el cabreo de algunos asistentes era más que evidente. Muchos denunciaron la cuenta del falso Brad. Minutos después del engaño el propio Damiani tuiteó lo ocurrido y Tran decidió contactarle por privado para explicar que su intención estaba lejos de trolear a nadie, sino que todo formaba parte de un juego. Se puso el nombre de Brad Pitt por hacer la gracia y otro compañero suyo decidió agenciarse el de Quentin Tarantino, otro personaje al que vimos en la sala.
¿Experimento social o juego de mal gusto?
"Cuando me unía con mis amigos, me di cuenta de que personas completamente aleatorias empezaban a unirse porque daban por hecho que era Brad Pitt", le confesó Tran a Jesse Damiani en una entrevista con Forbes. "Cundo me hice la cuenta, para ser honestos, no esperaba que creciese tanto; lo hice para ver qué podía pasar, esperando que de ahí naciesen buenas conversaciones. Es el poder de los famosos, el poder de Clubhouse, que esas personas tengan acceso a hablar directamente con extraños".
Tran confiesa que cuando creó la sala se empezaron a unir todo tipo de personas, incluso algunos perfiles mediáticos relevantes. Él se mantuvo callado todo el tiempo mientras el resto comentaba el tema de la sala o incluso aprovechaba estar en la palestra para promocionar sus trabajos o investigaciones. A nadie se le ocurrió preguntarle al anfitrión si realmente era Brad Pitt: simplemente le agradecían que los hubiese permitido intervenir en la conversación.
"Me preguntaba si la gente no quería molestarme porque pensaba realmente que era Brad Pitt", relata Tran a Forbes. "O quizás si no lo hacían porque el tema era tan interesante que querían continuar con la conversación". Finalmente, un usuario decidió preguntarle a Brad Pitt si era Brad Pitt y Tran se vio obligado a confesar que no, que todo se trataba de una broma; o más bien de un experimento sociológico para ver la reacción de la gente. Acto seguido Clubhouse le suspendió la cuenta.