Jodie Foster recoge su Globo de Oro como mejor actriz de reparto en pijama y acompañada de sus grandes amores

Su novia y su perro le acompañan en su estampa más casera

Jodie Foster, en pijama en los Globos de Oro 2021. / Handout/HFPA via Getty Images

Los Globos de Oro 2021 se han entregado en una de sus galas más atípicas. Una ceremonia virtual sobre la que algunos dudaban y que se ha desarrollado dejándonos momentos muy poco habituales en este tipo de eventos.

El hecho de que cada uno conectase desde un lugar del momento nos ha permitido ver situaciones tan extrañas como el dormitorio de Jeff Daniels con la cama mal hecha. El hijo pequeño de Mark Ruffalo abrazando a su padre mientras daba las gracias tras recibir el premio como mejor actor en una miniserie. Lo seria que es la hija de Nicole Kidman y Keith Urban que parecía con ganas de irse a la cama. O un somnoliento Al Pacino que parecía estar durmiéndose mientras se quedaba sin el premio que iba a manos de Josh O’Connor como mejor actor en serie dramática.

Y entre esas curiosidades estaba también Jodie Foster, la ganadora del Globo de Oro como mejor actriz de reparto en cine por su papel en El mauritano, su regreso a la gran pantalla tras un par de años de ausencia.

Cómoda en casa

La actriz agradecía el premio vestida con un pijama y descalza y con dos de sus grandes amores al lado, su novia y su mascota que parecían tan felices como ella. Y es que un cuarto globo de oro no es algo de lo que todo el mundo pueda presumir.

Ha ganado otro como parte del elenco de El Mauritano que se ha llevado el premio a mejor serie dramática. Ya antes, se había llevado uno por Acusados (1989) y por El silencio de los corderos (1991). En estas dos ocasiones anteriores también se llevó el Oscar.

En esta ocasión se ha impuesto a Olivia Coleman (El padre), Glenn Close (Hillbilly, una elegía), Amanda Seyfried (Mank) y Helena Zengel (News of the World).

Una historia con trasfondo

Parece que ponerse a las órdenes de Kevin Macdonald le ha sentado muy bien. Una cinta con un trasfondo político que pone en jaque la legalidad de un punto negro de Estados Unidos como es la cárcel de Guantánamo. Y lo hace a través de la historia de Mohamedou Ould Salahi que fue prisionero allí durante catorce años pese a no haber cargos reales ni pruebas en su contra.

Salahi fue detenido torturado y obligado a confesar crímenes que no cometió. Y ahora, el director de la cinta, basándose en el libro que publicó, intenta hacernos reflexionar sobre la hipocresía que culturalmente soportamos del considerado como país de las libertades.

Jodie Foster da vida a su abogada defensora (como en El silencio de los corderos) que tiene que lidiar con una situación que no acaba de entender y que pone en entredicho el sistema judicial norteamericano.

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Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....