Así fue como George Harrison se hipotecó para salvar ‘La vida de Brian’ de los Monty Python

El exbeatle consiguió que la comedia saliera adelante gracias a su aportación personal como productor de cine

George Harrison, en 1988. / Sonia Moskowitz/IMAGES/Getty Images

De vez en cuando, sobre todo cuando se acerca la Semana Santa, nos encontramos por sorpresa en televisión con la emisión de La vida de Brian. La película es una de las más aclamadas comedias de todos los tiempos, estrenada en 1979 por los geniales Monty Python. Sin embargo, no estuvo exenta de polémica y estuvo a punto de no salir adelante, no solo por blasfema, sino también por falta de financiación. Hubo un nombre propio gracias al cual el film siguió adelante y llegó a las pantallas, y no fue otro que George Harrison.

Todo comenzó cuando el director ejecutivo de la multinacional EMI, Bernand Delfont, leyó el guion y decidió borrar de un plumazo la financiación que se había otorgado para realizar la película. Una historia en la que se parodiaba tanto la religión le parecía demasiado blasfemo para la época: un hombre que nacía en un pesebre vecino al de Jesús de Nazaret y era confundido con este durante toda su vida. Por eso, dos días antes del comienzo del rodaje, canceló todos los fondos y dejó a los cómicos británicos a su suerte para encontrar el dinero necesario.

El grupo tenía que recaudar dos millones de libras, y tenían que hacerlo en tiempo récord. Eric Idle, uno de los involucrados en la creación del filme, tuvo la idea de contactar con un amigo que podría ayudarlos, que además era la persona más rica que conocía: George Harrison. El exbeatle lo consultó con su gerente comercial, Denis O'Brien, y juntos llegaron a la conclusión de que financiarían la película.

Algunas versiones dicen que Harrison tuvo que hipotecar la mansión de Harrison en Friar Park, así como las oficinas de O'Brien en Londres. Desde entonces lo llamarían "la entrada de cine más cada jamás comprada". Otros dicen que simplemente usaron dinero de las regalías. Sea como fuere, consiguieron el dinero necesario, y de esta manera nació el sello Handmade Films, compañía que siguió financiando películas de Monty Phyton.

Handmade Films: la compañía formada por George Harrison y Denis O'Brien, en 1984. / PA Images via Getty Images

Harrison siempre se mostró como un músico con una enorme sensibilidad para el arte, por lo que la teoría de que financió la película únicamente para poder verla no choca tanto como parece al principio. Seguramente también influyó la amistad del músico con Idle, y la gran afición que mostró siempre hacia el grupo cómico, con quien participó en ocasiones, como el cameo que hizo en el especial de Navidad Python's Flying Circus, con una intervención musical.

Harrison no solo el músculo financiero necesario que le dio al mundo una de las mejores películas de comedia de todos los tiempos, sino que también aparece en ella como el Sr. Papadopoulis. El hecho de que estuviera dispuesto a apostar su casa para asegurarse de que se hiciera esta película demuestra que era un creativo que tomaba sus decisiones por pasión en lugar de incentivos económicos y, afortunadamente en esta ocasión, su instinto recompensaría su billetera a su debido tiempo.

Después de todos los problemas que la cinta tuvo para salir adelante, funcionó mejor de lo esperado en la taquilla. Llegó a ser la cuarta película en recaudación en el año 1979 en Londres, y la más vista procedente de Reino Unido en los Estados Unidos. La crítica además siempre la ha calificado como una de las mejores comedias de todos los tiempos, y es un clásico del cine satírico más que recomendable. Es una película tan valiente, que aún cuando la vemos hoy en día nos sorprende que pudiera llegar a grabarse en aquella época.

Daniel Garrán

Jefe de producto de LOS40 Classic