Las confesiones de Orlando Bloom: de la falta de sexo con Katy Perry al día que casi muere
El actor ofreció una interesante entrevista al diario británico The Guardian, donde respondió a algunas cuestiones personales y reveló aspectos de su vida desconocidos
Orlando Bloom y Katy Perry están en uno de los puntos álgidos de su intensa relación amorosa. Aunque los medios de comunicación no se ponen de acuerdo sobre la fecha de inicio de su romance, todo apunta a que comenzaron a salir en 2016. Sin embago, durante estos cinco años no todo ha sido color de rosa, y en 2017 ambos anunciaron una ruptura que, gracias a Dios, no duró más de seis meses.
En 2019 la pareja anunció que iba a contraer matrimonio, pero desde entonces seguimos esperando el ansiado 'si, quiero'. Después del nacimiento de su primera hija, Daisy Dove, en agosto de 2020, la situación parece estar más que encarrilada al altar. ¿Nos enteraremos por sus redes sociales de la buena nueva o descubriremos que se han casado en una velada íntima? Todo llegará a su debido tiempo, ya que, según ha explicado Orlando Bloom a The Guardian, "tristemente, no creo que haya nada sobre mí que la gente no sepa ya".
En dicha entrevista, el actor no ha dado nuevos datos sobre la fecha en la que tiene previsto casarse con Katy Perry, pero sí ha ofrecido algunas pinceladas sobre asuntos íntimos que son de lo más interesantes. Por ejemplo, cuando los periodistas le preguntaron sobre cada cuánto suele tener relaciones sexuales, el actor de El señor de los anillos no tuvo reparo en contestar: "No suficiente, aunque acabamos de tener un bebé".
Orlando Bloom confiesa que el gran amor de su vida son sus hijos, Flynn, de 10 años, el vástago que tuvo junto a Miranda Kerr, su anterior matrimonio, y Daisy Dove, la preciosa niña que tuvo hace menos de un año con Katy Perry. "También un perro llamado Mighty y, por supuesto, mi esposa", bromea el artista.
El actor de Piratas del Caribe también ha confesado cuál ha sido uno de los momentos más vergonzosos de su vida. "Tenía cuatro años, estaba sobre el escenario vestido como un mono. Me di la vuelta dando la espalda al público y me rasqué el culo, algo que obviamente hizo que la gente se partiera de risa. Eso me mortificó. Probablemente fue lo que me provocó miedo escénico, algo con lo que vivo desde entonces".
Otra de las anécdotas curiosas que ha revelado el actor es que cuando tenía 20 años estuvo a punto de morir en un accidente. El actor cayó desde una cuarta planta de un edificio y se rompió la espalda, provocando lesiones de gran gravedad. Si hubiese caído un poco peor, habría muerto al instante. "Estuve cuatro días ingresado y me dijeron que no iba a poder andar nunca más, pero me recuperé milagrosamente", confiesa.
El artista, que recientemente ha estrando la película Retaliation, dice ser un hombre feliz sin demasiados miedos ni dudas personales. Aunque confiesa que uno de los momentos más felices de su vida fue cuando obtuvo el papel de Legolas en El señor de los anillos, donde empezó a adquirir fama en Hollywood y una gran notoriedad, lo que lo llenó de "esperanza y sueños" y de una gran "emoción por el futuro" que le esperaba.