Britney Spears declarará por primera vez ante un juez para recuperar su tutela legal
Después de 13 años, la cantante tratará de recuperar su capacidad de decidir, que sigue en manos de su padre
Ya son 13 los años que lleva Britney Spears bajo la tutela de su padre, y el conflicto judicial no da muestras de que vaya a solucionarse en un futuro próximo. La princesa del pop no puede decidir acerca de su carrera ni de su patrimonio, y después de sus graves problemas de salud mental es su progenitor, Jamie Spears, el que gestiona sus decisiones. A raíz del estreno de Framing Britney Spears, un documental que arroja luz a esta situación, el movimiento #FreeBritney ha ido creciendo exponencialmente, exigiendo que la artista vuelva a recuperar la libertad de la que carece.
Britney decidió que no volvería a trabajar en la industria musical mientras su padre tuviera su tutela. Sin embargo, eso podría cambiar. Probablemente animada por el documental y la movilización de sus fans, la cantante ha pedido de forma oficial a los tribunales declarar personalmente para dar su versión de los hechos y poder recuperar su propia tutela.
Así lo ha confirmado su abogado, Samuel Ingham: "Mi cliente ha solicitado una audiencia en la que pueda dirigirse directamente al tribunal". Si la fecha se mantiene, esta esperada declaración tendrá lugar el 23 de junio. Este anuncio ha provocado una oleada de muestras de satisfacción y esperanza por parte de todos sus seguidores, que esperan que su ídolo vuelva a subirse a un escenario próximamente.
El complejo caso judicial de Britney volvió a saltar a la actualidad después de que el documental Framing Britney Spears mostrara el ascenso de la estrella y todos los problemas a los que tuvo que enfrentarse: su divorcio, el acoso mediático, la lucha por la custodia de sus hijos y la mala relación con su padre. Después del estreno de la cinta, la propia cantante afirmó sentirse "avergonzada", motivo por el cual reconoció que "lloró durante dos semanas".
Todas esas circunstancias por las que tuvo que pasar le pasaron factura en 2007, momento en que la presión afectó a su salud mental y fue hospitalizada varias veces. En ese momento, su padre decidió asumir su tutela de manera temporal hasta su recuperación. Sin embargo, el proceso se ha ido alargando hasta el día de hoy, y Britney no puede gestionar su dinero, de forma que solo puede disponer de 1.500 dólares al mes de una fortuna que se eleva sobre los 200 millones. Además, no puede casarse, ni votar ni contratar los servicios de un abogado.
Daniel Garrán
Jefe de producto de LOS40 Classic