Margaret Atwood: Tras el éxito de ‘El cuento de la criada’, llega en español su otra gran trilogía distópica

Un futuro en el que podría desaparecer la raza humana

Margarte Atwood, autora de la trilogía de MaddAddam. / Foto de L. Mora cedida por Penguin Random House

Oryx y Crake es la primera entrega de la trilogía de MaddAddam que Margaret Atwood, la autora de El cuento de la criada, escribió con el comienzo del nuevo milenio. La autora canadiense, que ganó el Premio Príncipe de Asturias, entre muchos otros, dio forma a una historia conmovedora sobre el último habitante del planeta en un inquietante mundo postapocalíptico.

Vale que han pasado dos décadas desde que escribió esta trilogía, pero es ahora cuando se publica por primera vez entera en español. Este 10 de junio llegará a las librerías y plataformas online la primera entrega. Luego será el turno de El año del diluvio (8 julio) y MaddAddam, la única inédita hasta el momento (14 octubre).

Todo parte de un mundo asolado por una terrible pandemia de la que solo han sobrevivido unos cuantos seres humanos (y no sabía nada de lo que iba a llegar en 2020) y algunos seres genéticamente modificados. Si ahora nos preguntamos cómo ha podido suceder algo así, ella ya lo hizo hace 18 años.

Una historia moral

Crake es un brillante científico que se propone acabar con la humanidad antes de que se acabe cargando al planeta. Para eso crea un virus en un laboratorio para destruir al ser humano, mientras crea una nueva especie de seres que desconocen los celos en asuntos sexuales, la codicia, la ropa, la necesidad de proteínas de origen animal y de repelente para insectos: los factores que, en su opinión, habían hecho infeliz a la raza humano y, en último término, causado la degradación del planeta.

Esta nueva especie toma como profeta a Jimmy, al que llaman Hombre de las Nieves que no es otro más que el antiguo mejor amigo de Crake pero rival porque ambos estaban enamorados de la misma mujer, Oryx.

El padre de Hombre de las nieves producía cerdones, que son cerdos transgénicos diseñados para alojar una amplia gama de tejidos humanos destinados a trasplantes. Vivía en los complejos amurallados que alojaban a las familias de la élite científica y era un adicto a los videojuegos online. Ahora es el único supervivientes y el protector de los crakers.

Un día se encuentra con tres mujeres humanas y se plantea un conflicto. Debe procrear con ellas para perpetuar su especie o matarlas para defender a los crakers, un dilema complejo sobre el que tendrá que tomar una decisión.

“Nunca pensé en una trilogía. Iba a ser un solo libro, pero el final de Oryx y Crake era tan abierto que no dejaba de preguntarme qué habría hecho yo de ser Jimmy: ¿matar a los Homo sapiens que quedaban y dar una oportunidad a los crakers, o unirme a ellos? Los lectores también me lo preguntaban, así que decidí retomar la novela. Lo que ocurrió cuando la retomé es que no quise responder la pregunta, sino explorar el mundo que había más allá de ese complejo cerrado del que procedía Jimmy. Los tres libros son como tres círculos concéntricos. Los dos primeros acaban en el mismo lugar y el tercero va más allá, ofrece una visión más amplia”, explica la autora que tiene una personalidad muy peculiar.

Importancia del futuro

Atwood asegura que lo que ella hace no es ciencia ficción, no hay naves ni marcianos. Ella habla de algo real y posible solo que, en un tiempo distinto, en el futuro.

“La historia transcurre en ese lugar maravilloso que llamamos futuro y que podemos inventarnos porque nadie que haya estado en él ha vuelto aún. Antes enviábamos a los personajes al infierno, ahora tenemos el futuro. Hay quien los envía a otros universos, pero yo no puedo crear otros universos, así que los mando al futuro”, asegura.

Y aunque alguna de las cosas que aparecen en sus libros nos puedan parecer imposibles, ella asegura que no lo son. “Nada es pura invención. He tergiversado algunas cosas, pero no me he inventado nada: las cabras que producen seda de araña existen ya, y también el conejo verde que brilla porque tiene ADN de medusa. Algunas de las cosas de las que hablo se estaban creando entonces [a principios del siglo XXI] y otras son posibles en teoría”, reconoce.

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Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....