Especial
Bad Bunny cambia su coche de 3 millones de euros por el que le hace verdaderamente feliz
Se trata del vehículo que sale en el videoclip de 'Yonaguni', su último gran éxito
Bad Bunny ha conseguido ser uno de los nombres más destacados del panorama musical urbano actual. Pero, pese a que todos los números uno que ha cosechado durante los últimos años, además de colaboraciones tan reseñables como con Rosalía o actuaciones tan sumamente rentables como la Super Bowl junto a Jennifer López y Shakira, al puertorriqueño no se le olvidan sus orígenes humildes.
Cajero de supermercado antes que estrella de la música, Bad Bunny ha rescatado el coche que conducía en aquella época y que podría ser el tuyo perfectamente: un Toyota Corolla del año 2003, el cual hace una aparición estelar en el videoclip de su último single Yonaguni, a diferencia de los impresionantes deportivos y coches de alta gama que se suelen ver en este tipo de vídeos.
De hecho y ante la sorpresa de sus miles de seguidores, el puertorriqueño compartía varias imágenes del vehículo gris en las redes sociales preguntando: "¿Quién quiere dar una vuelta?" Y seguro que candidatos no le faltan.
Bad Bunny lo tiene claro: prefiere su Toyota Corolla al Bugatti Chiron
Lo curioso es que Bad Bunny ha vuelto a ponerse al volante de su antiguo coche porque, tal y como él mismo ha confesado en una entrevista, la hace feliz. Y es que, no es por falta de vehículo de alta gama en su poder, ya que, el intérprete de Callaíta tiene en su garaje un Lamborghini Urus, valorado en más de 230.000 euros, y su última y mucho más sonada adquisición, un Bugatti Chiron de más de 3 millones de euros. Se trata concretamente la edición limitada del Sport 110 Ans Bugatti de la que tan solo se han fabricado 20 unidades y, sobre él, hemos visto a Bad Bunny promocionar temas como Dákiti.
“Yo no soy amante de los vehículos, no soy amante de mis carros. A mis amigos les gustan los carros la hostia, pero yo soy bien diferente, no soy fanático de esas cosas", decía Bad Bunny hace un tiempo. Unas declaraciones que completó con los quebraderos de cabeza que asegura le está dando su Bugatti y que seguro el Toyota Corolla no le causa: "De corazón, no sé qué hacer con el carro porque lo traje a Puerto Rico y era un papelón guiarlo, todo era una problemática: el seguro, el Gobierno, los impuestos... Ahora lo tengo en los Estados Unidos, aquí no lo podía tener ni un minuto más porque cada vez que salía con él a la calle sabían que era yo", decía el cantante. Un coche que, por cierto y como curiosidad, se compró con el único fin de llegar sobre él a la última gala de los Premios Grammy.
"Yo me monto en un Corolla del 2003 y estoy feliz por ahí, caminando", confesó Bad Bunny, dejando claro que su coche de toda la vida es con el que más a gusto se siente.
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