Hablemos de dónde y cómo comprar Bitcoin
Y, de paso, de qué hacer con esta criptomoneda
Pese a que llevamos unos mesecitos malos ya para el Bitcoin, cuyo valor no ha parado de bajar (después de una temporada de subidas descontroladas, todo sea dicho) hay que tener fe y recordar que el mejor momento para comprar es cuando baja su precio.
Para los que no sepan todavía qué son las criptomonedas, dejamos aquí el enlace informativo para la puesta a punto. Hoy, iremos directamente la grano; hablaremos de cómo y dónde comprar Bitcoin y, casi más importante, qué hacer con él.
Ante todo, debe quedar dicho que este artículo no es ni pretende ser consejo financiero. Del mismo modo, recordamos, para aquellos valientes que se lancen a la piscina de las criptomonedas, que es un terreno tremendamente inestable que puede hacer pasar muy malos momentos a todo aquel que no tenga sangre fría y temple suficiente para ver la cartera de ahorros subida a una montaña rusa.
Por ello, diremos aquello que se dicen siempre: “Si inviertes, que sea sólo aquello que puedas permitirte perder”.
Dicho esto, ¡al grano! ¿Dónde compro Bitcoin?
Bitcoin es una moneda digital y, como tal, sólo podrás comprarla en un ‘exchange’ de criptomonedas. Tienes muchos, pero si tenemos que quedarnos con uno; te diremos que ‘Coinbase’ es de los mejor establecidos, de los que más recorrido tienen y de los más facilones de manejar.
Tendréis que crear una cuenta y para ello os pedirán que verifiqueis vuestra identidad; es una parte necesaria e inevitable; las criptomonedas se han ido estableciendo como un activo que, poco a poco, ha llamado el interés de la agencia tributaria y toda la información que el ‘exchange’ tenga a vuestro nombre, acabará llegando al fisco más temprano que tarde.
Cuando tengáis vuestra cuenta, el paso inmediato será vincular también una cuenta bancaria que usareis para la provisión de fondos para vuestras inversiones y para las futuras retiradas de dinero. Será normal que, para iniciar la actividad y verificar esa cuenta bancaria, el ‘exchange’ os pida el envío de una cantidad muy pequeña de dinero (generalmente 1 o 2 euros) a una cuenta específica y con un código en el ‘asunto’ para identificaros.
Una vez tengáis ese paso tachado en la lista, estáis listos para mandar euros a Coinbase y transformarlos en criptomonedas. Coinbase tiene una “plataforma” normal y una “pro” que ofrece herramientas y opciones más sofisticadas para el comercio.
Para empezar, recomendaría entrar a Coinbase (cuyo mecanismo de compra es más simple que el de un botijo). Simplemente tendréis que indicar cuántos euros queréis comprar y de qué criptomoneda para ver la operación resuelta “al instante”. Con tiempo, si le cogéis gusto al comercio, podréis entrar en el site ‘Pro’ de Coinbase, que es ofrece una visión más completa del mercado en tiempo real y la posibilidad de marcar limites para comprar y vender, para automatizar vuestros movimientos fijando precios.
Ahora que ya sabeis dónde comprar criptomonedas, llega el momento de decidir qué quieres hacer con ellas exactamente. Llegados a este punto, esto pasa a ser como “ir al casino”. Ya sabeis que hay monedas especialmente reconocibles como Bitcoin o Ethereum (consideradas como el oro y la plata digital), estandartes de toda esta cripto-burbuja y luego tenéis una larga lista de criptomonedas que las cuenta por miles, estando cada una de ellas vinculada a un proyecto por el que casi nadie se interesa en un mundo que se ha vuelto puramente especulativo (salvo DogeCoin, que se ha creado para 'hacer la gracia' y mirad dónde está...).
Sabiendo esto, será decisión vuestra si invertir como inversión a largo plazo (conocido como ‘HODL’ por los fueros interneteros), esperando que el dinero que meteis hoy valga mucho más en un par de años o si atreveros con algo de ‘TRADING’, 'comprar abajo para vender arriba', sacando provecho de la extremada volatilidad en cuestión de días, horas o minutos.
Es un mundo complejo, pero esperamos haber arrojado algo de luz al camino. Seguiremos profundizando en el futuro.