Especial
‘El Escuadrón Suicida’: James Gunn crea una salvajada ‘freak’ con un sentido del humor negrísimo
James Gunn se supera con una película de ritmo endiablado, personajes brillantes y una trama completamente surrealista que mezcla lo mejor de 'Los Vengadores' con el cinismo de 'The Boys'
Quienes hayan visto aquella aberración llamada Escuadrión Suicida (2016) pueden respirar tranquilos. James Gunn, gracias a Dios, no es David Ayer: el director de Guardianes de la Galaxia tiene estilo, sentido del humor y sabe coger una cámara y transmitirnos algo que no sea ruido. El ritmo endiablado de su El Escuadrón Suicida, que es secuela y a la vez un reinicio de esta franquicia de la Task Force-X, y su humor negro, negrísimo, que recoge ese espíritu destructivo de The Boys y lo embalsama con el heroísmo de Los Vengadores, hacen de la cinta de Gunn una auténtica mina de oro.
Si tuviésemos que definir El Escuadrón Suicida con una sola palabra sería salvaje. La película es brutal y sangrienta. Quizás es la cinta más gore firmada por un estudio de la talla de Warner Bros. James Gunn construye un universo propio, radicalmente anárquico sin llegar ser caótico, solo apto para adultos y que a veces roza la autoparodia (solo a Gunn se le podría ocurrir meter como supervillano a una estrella de mar gigante). La libertad creativa que le ha dado el estudio le ha permitido hacer un cine de autor dentro de una gran superproducción, y por eso todo funciona de forma milimétrica.
Esta creatividad inmensa, inédita desde los experimentos con superhéroes de Christopher Nolan en El Caballero Oscuro, abre una enorme puerta de posibilidades para expandir el oscuro universo DC y diferenciarlo del de Marvel, siempre tan dado a lo políticamente correcto. Los personajes de El Escuadrón Suicida, siendo unos desnortados, son mucho más humanos y complejos que los del MCU (al menos desde sus fases 1 a 3), lo que los humaniza y acerca al espectador. No en vano DC ha fichado a Gunn por su increíble trabajo en Guardianes de la Galaxia, la mejor película de todo el universo marvelita.
Su pilar: los personajes
A diferencia de otras superproducciones que se pierden en el delirante espectáculo de la recarga visual, Escuadrón Suicida es una película que construye bien a sus personajes. Estamos ante una obra sobre renegados, aislados, raritos, hombres y mujeres peripatéticos que se encuentran al borde del abismo. James Gunn junta sus demonios, saca su lado más humano, y mete a estos apóstatas de lo políticamente correcto en una misión suicida en el ficticio país de Corto Maltés, con referencia al cómic de Hugo Pratt incluída, en lo que supone una brutal historia de redención sobre unos tipos y tipas excluidos y apartados del sistema, con el intrigante Bloodsport de Idris Elba a la cabeza y el increíble descubrimiento de la Ratcatcher 2 de Daniela Melchior a la zaga.
A ellos les acompaña un variopinto grupo de personajes que incluye a, quizás, el personaje más perversamente divertido de toda la película: El Pacificador de John Cena, donde el actor y ex de la WWE destila un sentido del humor inédito en su carrera. El resto de personajes, como el enclenque y perturbado Polka-Dot Man de David Dastmalchian o el Rey Tiburón de Sylvester Stallone sirven para cerrar el círculo de estupendas novedades. Y a pesar de que James Gunn dilapida el universo de Ayer, decide mantener el corazón de Escuadrón Suicida (2016): Amanda Waller (Viola Davis), la irredenta Harley Quinn (Margot Robbie) y el comedido coronel Rick Flag (Joel Kinnaman).
Lo mejor
- El salvaje, divertida y tiene un homor muy negro
- Los personajes de Pacificador, Bloodsport y Ratcatcher
- Harley Quinn brilla con luz propia
- Lo diferente que es de Escuadrón Suicida
Lo peor
- A veces peca de ser demasiado explícita en su violencia
- Trivializa demasiado la muerte de algunos personajes